Festival de Sagitario 2004                         -                     Jos� Enrique Hueso

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Yo soy la Meta. Yo alcanzo la Meta y pruebo otra.

En Escorpio nos enfrentamos al mundo de la ilusi�n y del espejismo, as� como a todo lo que representa el c�mulo de errores del pasado simbolizado por el Morador del Umbral, vimos unas veces por que agotamos toda fuerza, energ�a, orgullo, esperanza y otras por que dejamos que la inteligencia nos guiara, que luchando contra el producto de nuestros errores solo conseguimos hundirnos m�s aun en el lodo de la ignorancia, y que nos alejamos de la curiosidad, la investigaci�n, el discernimiento y la luz.

Pero en un momento dado ya sea por ausencia de recursos y esperanzas o por que hemos sido capaces de reconocer la necesidad del momento, vimos desde el coraz�n la necesidad de desprendernos de aquello que nos impide progresar como el orgullo, o el apego a la seguridad de lo conocido y desde la mente la necesidad de dirigir la mirada a nuestro yo superior, fue el momento en el que permitimos a nuestro lado m�s noble y elevado tomar las riendas de nuestra vida y ofrecernos una perspectiva del mundo mas real, m�s luminosa, m�s sint�tica y sencilla, basada en la realidad y esto lo podemos comprobar por que en el mundo de lo real las dificultades se superan mediante la atenci�n y la s�ntesis, y en el mundo de las apariencias mediante el conflicto y la fricci�n.

Al ver la Luz del Sol de nuestra Alma, la brumas y los juegos de sombras se dispersaron, ya nada va a distraer de nuestra Atenci�n los destellos que desde nuestra Alma puedan llegar a nosotros, podr�n ser pocos, escasos, venir aun mezclados con la materia reflejo del Alma, la materia astral o emocional, unas veces veremos los destellos con nitidez siendo fieles embajadores del Alma otras vendr�n mezclados con otras luces m�s densas, pero no importa, les seguiremos a ambas, unas nos llevaran por el camino de la armon�a a trav�s de la S�ntesis y las otras mas densas por la armon�a a trav�s del conflicto, con las de la S�ntesis aprenderemos m�s r�pido y con las del conflicto m�s despacio, pero lo importante es que el m�vil m�s importante de nuestra vida es ir hac�a la luz que m�s brilla, unas veces ser� luz pura y otras un reflejo pero solo llegando a ella lo sabremos.

Pero si queremos una pista: �la llama que brilla m�s all� de la mente revela la direcci�n segura�, son destellos de intuici�n que vienen del Alma, tendremos que estar muy atentos, serenamente expectantes para ver los destellos, cualquier asomo de emoci�n o deseo puede llenar de materia astral la intuici�n y podemos acabar viendo cualquier cosa que posiblemente poco tenga que ver con la informaci�n inicial, hay que estar atentos, serenamente atentos de la misma forma que cuando escuchamos la radio no estamos moviendo a golpe de emoci�n y de deseo el dial, sino que dejamos �serenamente quieto el dial�, pues de la misma forma ha de estar la mente y el coraz�n serenamente quietos en la luz que brilla m�s all� de la mente.

Sagitario es el arquero que busca una nueva meta, un nuevo objetivo para sus flechas, es jinete de un caballo blanco que simboliza la personalidad pura y coordinada al servicio del Alma, cuerpo, coraz�n y mente al servicio de nuestro yo m�s noble y elevado, en el pasado Sagitario era el centauro mitad animal mitad hombre, ahora simboliza para el buscador al Arquero; como la mitad Alma y al caballo blanco; como la mitad personalidad representando a los cuerpos inferiores coordinados, pero este s�mbolo elevado empieza a diluirse ante la mirada del buscador que ha encarnado este s�mbolo, ya no sirve la dualidad; animal - hombre, ni la dualidad; personalidad - Alma, ahora la meta a alcanzar est� en la dualidad; Alma - �ngel Solar, el hombre y el �ngel. 

Est� dualidad y la b�squeda del camino que nos lleva al lado m�s elevado nos recuerda a G�minis, en esencia no hay diferencia entre los dos signos, polos opuestos en la rueda, ambos buscan ser su lado m�s puro y luminoso, relacion�ndolo con los tres festivales de los tres aspectos divinos:

El Cristo, el Buda y H�rcules abrieron nuevos caminos, crearon puentes y en sus experiencias vemos ejemplos que nos sirven para pasar nuevos portales, para tomar las mejores decisiones en las encrucijadas y los mejores consejos para el viaje.

G�minis es la divinidad en el aspecto Amor que se acerca al hombre mediante el Cristo, Sagitario es el hombre que con aspiraci�n, Amor radiante y servicio altruista se acerca a la divinidad mediante el aliento e inspiraci�n de nuestro Cristo interno.

Tauro es la divinidad en el aspecto Luz que se acerca al hombre mediante el Buda y Escorpio es el hombre que con desapego y resoluci�n se acerca a la divinidad mediante el camino de en medio iluminado por Buda.

Aries es la divinidad en el aspecto Voluntad que se acerca al hombre mediante H�rcules y Libra es el hombre que con m�vil puro se acerca a la divinidad mediante el ejemplo de H�rcules.

Las flechas del Arquero: aqu� hay que diferenciar al arquero que busca ser luz, y por lo tanto cuando alcanza una luz va hac�a otra, sigue los destellos de intuici�n de su Alma que lo conducen a ser luz y un segundo Arquero que ya es luz,  ya es Alma y personalidad como unidad y con sus flechas dispara destellos de luz.

El primer arquero ha de estar atento para intuir los destellos de su Alma para poder seguir un camino de servicio al pr�jimo.

El segundo Arquero ha de estar atento para intuir los destellos de su �ngel Solar para poder seguir un camino de servicio al pr�jimo desde el plano causal.

Ambos han de desarrollar a su nivel una conciencia karmica, ser conscientes de los efectos que producen sus sentimientos y pensamientos, darse cuenta que un pensamiento de murmuraci�n, indignaci�n, miedo, ira, separatividad, est� dando alimento a eso mismo, estamos generando nuevas causas para m�s odio, miedo, etc.

Podemos creer que un pensamiento es algo que est� en nuestra cabeza, pero el pensamiento es energ�a que ponemos en marcha, como cuando tiramos una piedra a un estanque y produce ondas, perturbaciones, nuestros pensamientos pueden ser como  las aves de Estinfale, pensamientos que ponemos en marcha o que nos dejamos llevar por otros y que son causa de destrucci�n y dolor.

Pero tambi�n est�n los pensamientos positivos que llevan luz, amor, liberaci�n y alegr�a a los seres que nos rodean.

El segundo Arquero ha de aprender adem�s de las consecuencias karmicas de lo que siente, piensa, dice, escribe y hace, las consecuencias karmicas de lo que conscientemente crea, no basta en estar atento a los efectos de las cosas que pasan, sino a las cosas que van a pasar si pensamos una cosa u otra, que efectos va a producir las cosas que vamos a pensar o sentir.

Es decir elegir que cosas pensar, en que vamos a tener ocupada la mente y el coraz�n por que van a ser las causas que generen los nuevos efectos.

Que el pensamiento genera efectos lo podemos saber por simple observaci�n, pero hay que estar tan Atentos que podamos ver los mecanismos por los que se producen estos efectos, ver como nuestra mente modifica ambientes, ver a los devas creando situaciones.

La conciencia k�rmica nos dice los efectos que produce cada �tomo, cada mol�cula de una forma mental, as� podemos modelar un pensamiento antes de ser pensado, teniendo plena conciencia de que efectos va a producir. De la misma forma que el Arquero estudia que flechas usar y a donde han de dirigirse, asumir las consecuencias de lo lanzado, lo pensado o creado, al mismo tiempo que rompe el lazo con lo creado, el mago blanco solo crea formas autosuficientes, al mismo tiempo que es responsable de lo creado.

Generar con la gu�a de la Jerarqu�a formas mentales de geometr�a correcta basados en los arquetipos divinos lo suficientemente potentes como para que polaricen y reestructuren en lo correcto las formas mentales incorrectas del ambiente, as� como un potente im�n polariza y alinea las part�culas cargadas de polaridad en una barra de hierro. Se trata de limpiar las formas mentales como si fueran los establos del mito de Acuario usando la mente para conocer lo incorrecto, conocer como deber�a ser la forma a la luz del arquetipo, en ese momento la mente enfocada act�a como el c�ntaro del Aguador, despu�s de ese momento si hubo algo incorrecto ya es an�cdota del pasado.

El Arquero que aun buscando Luz, ya es Luz, ama con Amor radiante, no con el amor emocional que como la Luna tiene momentos altos y momentos bajos, que necesita tener simpat�a y afecto para amar algo, el Amor radiante es como el Sol, a todas horas, todos los d�as y su prop�sito es llegar a todos los seres.

El primer arquero ve su objetivo en la Luz que emite el Amor radiante que es como el Sol, mientras que el segundo Arquero se dirige al Sol.

El Quijote Acuariano

Ser�a un desprop�sito no hacer referencia en este a�o que se cumplen 400 a�os desde la publicaci�n de la primera parte del Quijote a ese hidalgo, que aun sin arco, ni flechas emprendi� su camino con lanza y con aspiraci�n de ser El famoso don Quijote de la Mancha, deshacedor de agravios, enderezador de tuertos, el amparo de las doncellas, el asombro de gigantes y el vencedor de las batallas.

Rocinante tal vez no sea un esplendido caballo blanco representando una personalidad pura e integrada, pero si simboliza a la personalidad del aspirante de hoy, que sin ser integrada o pura lo va logrando, presta menos atenci�n a los tres cuerpos dejando a Rocinante en una salud precaria, por que su vida se est� enfocando en la �llama que brilla m�s all� de la mente�, as� cada vez damos menos atenci�n a los tres cuerpos, ya no volcamos nuestra vida en satisfacer sus impulsos sin pararnos a plantearnos que estamos haciendo y porque, no por que sea bueno o malo, sino por no ser simples t�teres de impulsos o deseos, ya decidiremos nosotros que impulso o deseo satisfacer, que es leyenda que la libertad sea arrebatada desde fuera, el carcelero y el dictador est� en nosotros cuando no nos damos unos segundos entre estimulo y respuesta.

No puede haber libertad y creaci�n si no hay un intervalo entre el estimulo que nos impulsa a una acci�n y la acci�n, el intervalo puede ser de solo un segundo o menos, pero puede ser muy profundo, tanto como para que en ese segundo seamos capaces de percibir de donde viene el estimulo y que pretende incit�ndonos a una acci�n determinada, llegar a las causas que generan ese estimulo e iluminarlas, conocerlas y seg�n el caso aceptarlas o modificarlas.

Este segundo que nos separa de actuar sin saber porque, es un segundo de Eterno Presente, un espacio neutro donde la informaci�n de todo lo necesario est� disponible, despu�s de ese intenso segundo ya podemos actuar.

As� ese Hidalgo que representa nuestras aspiraciones mas elevadas de un mundo justo emprende camino, nada de los tres mundos lo distrae de su prop�sito de ser deshacedor de agravios, enderezador de tuertos, el amparo de las doncellas, el asombro de gigantes y el vencedor de las batallas, intentando ser digo servidor de su Dulcinea, su otro yo m�s elevado, su Alma. Alma que tal vez se muestre lejana pero que nos inspira a actuar de la forma m�s noble que seamos capaces, emprender batallas para defender lo justo, empresas para crear las condiciones para un mundo justo.

Por �ltimo un peque�o homenaje recordando un soneto de la genial obra de Cervantes a esos momentos en los que tan atentos queremos estar a la luz que brilla m�s all� de la mente, que desatendemos injustamente nuestros cuerpos que en Sagitario se muestran como el caballo, al fin y al cabo el camino de regreso al hogar del Padre est� sirviendo, siendo desde la practica �tiles a nuestros pr�jimos, y para ello necesitamos unos cuerpos en perfecto estado de utilidad, con su mantenimiento de comidas, siestas� y lo que sea menester, el caballo emocional tal vez sea m�s exigente, no es f�cil dejar de estar a su servicio, dejar que ocupe nuestro coraz�n para alimentarse de viejos y a�orados recuerdos, ilusionarse con hipot�ticas esperanzas, y aun peor si es para recordar agravios, miedos, culpas y sufrimientos, pero es necesario retirar alimento denso al cuerpo emocional, el coraz�n es un templo que ha de servir al Amor radiante e incondicional, el Amor que da aqu� y ahora a todo ser con todo el ser, no hay lugar para saborear viejos amaneceres.

Tambi�n es posible que el caballo mental, la mente nos reclame una atenci�n innecesaria como cuando trata de clasificar, archivar y acaba perdi�ndose en el laberinto de cosas concretas, tangibles pero que poco vienen al caso para ser �tiles al pr�jimo aqu� y ahora, para reconocer la necesidad del momento sin atadura o condicionante para actuar, para servir.

As� tratamos de ser guiados por los ideales de nuestra Alma, que para el Hidalgo Don Quijote es Dulcinea, por ella todo nuestro ser, nuestros cuerpos solo saben que han de ser defensores de lo justo, de lo bueno, bello y verdadero.

Di�logo entre Babieca y Rocinante

Que es como cuando los elementales de nuestros cuerpos empiezan a echar de menos el control que ya est�n perdiendo, por que nuestra conciencia ya no est� para preocuparse en servirlos m�s de lo necesario, ahora necesita toda atenci�n y recurso para su ama y se�ora; Dulcinea, nuestra Alma.

Esto no significa que tengamos que matar de hambre nuestros cuerpos, sino simplemente que en vez de estar a su servicio, ellos est�n al nuestro, y a su vez estamos al servicio de nuestra Alma.

Soneto (1)

Babieca. �C�mo est�is, Rocinante, tan delgado?

Rocinante. Porque nunca se come, y se trabaja.

B. Pues, �Qu� es de la cebada y la paja?

R. No me deja mi amo ni un bocado.

B. Anda se�or, qu� est�is muy mal criado.

     Pues vuestra lengua de asno el amo ultraja.

R. Asno se es de la cuna a la mortaja.

    �Quer�islo ver? Mirallo enamorado.

B. �es necedad amar?  - R. No es gran prudencia

B. Metaf�sico est�is. � R. Es que no como.

B. Quejaos del escudero. - R. No es bastante.

    �C�mo me he de quejar en mi dolencia,

    si el amo y el escudero o mayordomo

    son tan rocines como Rocinante?

Feliz senda en el camino hac�a la luz que brilla m�s all� de la mente.

                                                                                                                 Jos�

(1) Don Quijote de la Mancha, editorial Petronio 1973