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Buen d�a, y bienvenidos a la meditaci�n del
signo
de Sagitario.
�
Para
los
que
saben un poco
sobre
astrolog�a y astronom�a, puede
parecer
extra�o
que
estemos hablando
sobre
el
signo
de Sagitario, en un encuentro de meditaci�n de luna llena, ya
que
la luna est� en el
signo
de G�minis.
Esto
es debido al hecho de
que,
en realidad, nuestro
enfoque
no est� en la luna
sino
en el
Sol,
que
es quien est� en Sagitario, y
que
en el
momento
de la luna llena
forma
una
l�nea
recta con la Tierra y la� Luna. Cuando eso sucede la energ�a
solar
puede
circular,
sin obstrucci�n,
entre
esos 3 puntos de fuerza
concentrada.
�
De hecho, todav�a tenemos otros dos puntos a
considerar:
Primero, los dos
signos,
o las
Vidas
de G�minis y Sagitario,�
que
son opuestos
polares
y
que
son colocados en
�ntima
relaci�n a trav�s� de esa v�a, formada
por
la
l�nea
conductora de fuerza
que
se establece
entre
las dos constelaciones.
Segundo,
es
una
l�nea
conductora
que
durante
un
per�odo
espec�fico
de tiempo,
cada
a�o, define
una
direcci�n
determinada
en el espacio. Ese
tema
de orientaci�n es
especialmente
relevante
para
Sagitario, y
por
lo
tanto,
exploraremos algunas de sus implicancias en esta meditaci�n.
�
Hay un antiguo
chiste,
que
dice
que
un hombre le pregunta a otro: "�C�mo hago
para
llegar a Londres?�, y el otro responde: "Si
yo estuviese yendo hacia Londres, no estar�a iniciando el viaje
desde
aqu�". La implicaci�n es
que
a
pesar
de
que
el
segundo
hombre sabe la direcci�n
para
el
destino
por
el
que
le fue preguntado, existe
algo
en relaci�n a la
l�nea
que
se inicia en el punto A y va
hasta
el punto B,� es decir,
que
es muy�
dif�cil
llegar a B comenzando
por
A y
que
es mejor comenzar
por
el punto C. �Naturalmente,
tambi�n necesitamos
saber
la direcci�n de A hacia C. Eso ejemplifica m�s o
menos
el desaf�o del
peregrino
aspirante.
Superficialmente,
sabemos donde queremos llegar - podemos llamarlo
Nirvana,
iluminaci�n, samadhi,
Reino
de Dios, Iniciaci�n, no importa el nombre - pero llegar a
este
punto exaltado, saliendo
desde
donde estamos ahora, parece un
prospecto
que
da miedo.
Tal
vez
fuese mejor
si
pudi�semos
identificar
una
meta
m�s cercana,
para
podernos
mover
en direcci�n a ella, y salir
desde
donde estamos ahora,
que
querer
ir
directo y en
l�nea
recta hacia la
meta
final.
El camino directo
tal
vez
no sea el m�s corto: �sabemos qu�
tipo
de pantanos o corrientes podemos
encontrar
a lo
largo
del mismo?
�
Naturalmente,
existen los
que
valientemente caminan directo hacia
adentro.
Los
que
est�n fuertemente condicionados
por
el 1o Rayo, estar�n inclinados a
optar
por
esa
forma
de actuar. La habilidad
para
identificar
una
meta
distante
y dirigirse directamente hacia ella, es
una
de las razones
por
la
que
las personas de 1o Rayo son
normalmente
dotadas
para
posiciones de liderazgo. Eso tambi�n ayuda a
explicar
porqu� ellos son tan
impopulares
entre
los
que
no son capaces de
ver
con la misma claridad la direcci�n, o los
que
encuentran
dif�cil
aceptar la
aparente
rudeza
que
algunas veces emerge cuando se acercan a la
meta.
Otro
tipo
de rayo
que
tambi�n tiene
algo
que
ver
con ese
largo
y direccionado progreso, y
que
se abre camino a
pesar
de los
obst�culos,
sin tener consideraci�n
por
los sentimientos de los otros, es el 6� Rayo. La b�squeda
determinada
y
decidida
de un
ideal
valioso
que
es presentido, muchas veces tambi�n puede cristalizarse y convertirse en
un
fanatismo
r�gido
que
eliminar� otras
formas
de hacer la misma cosa, o
que
puede
hasta
alterar
la percepci�n del
mundo.
En la actual situaci�n mundial, desgraciadamente, hemos
visto
las horribles consecuencias
que
eso puede
provocar.
�
Debemos
recordar
que
el
impulso
del 6o Rayo no es
para
ser
materializado en
formas
r�gidas, pero puede
ser
un factor
altamente
potente
para
conferir
direcci�n
espiritual.
Parte
del mantram
que
define el
prop�sito
espiritual
del
Sexto
Rayo es
visto
en
este
mandamiento simple pero
potente,
que
dice: "Marcho en direcci�n a la
luz".
Esa
frase
resume la direcci�n
que
todo
aspirante
a
disc�pulo
est� intentando
seguir.
�
Sagitario est� fuertemente condicionado
por
el 6o Rayo. Se ha dicho
que
es el punto activo en el tri�ngulo formado
por
Virgo, Sagitario y Piscis, y
que
transmite el 6o Rayo al
Sistema
Solar.
Tiene
como
regente
jer�rquico a
Marte,
que
tambi�n es un
planeta
de 6o rayo. Es
importante
notar
tambi�n
que
tanto
Sagitario
como
G�minis est�n ligados al 6o Rayo en el
diagrama
de las Jerarqu�as. Parecer�a
que
la
l�nea
Sagitario-G�minis est� condicionada
por
las energ�as m�s
sutiles
y
por
los
aspectos
espirituales
del 6� Rayo. M�s a�n,� posicionada exactamente en el medio de esta
l�nea
est� la Tierra,
que
es el
regente
jer�rquico de G�minis y al mismo tiempo es el
regente
del
alma
de Sagitario. Esos son los
�nicos
signos
que
est�n regidos
por
la Tierra. Siendo as�, la Tierra
dif�cilmente
podr�
impedir
que
las
flechas
de direcci�n
espirituales
de Sagitario dejen de
ser
lanzadas (de volar raudamente hacia la
meta).
�
Sagitario es el
signo
del arquero y su
s�mbolo
astrol�gico es
una
flecha.
Podemos
estar
inclinados a
pensar
la
flecha
como
un
s�mbolo
de
guerra,
pero en realidad, ella puede tener un
significado
espiritual
mucho m�s
profundo.
En But�n, la arquer�a es deporte
nacional.
Es interesante
que
en las reglas del
arte
del
arco
y la
flecha,
les est�
permitido
a los
competidores
intentar
distraer a sus
oponentes
en el
momento
en
que
van
a
tirar.
Por
ejemplo, pueden
permanecer
haciendo comentarios
negativos
sobre
la habilidad del otro
competidor
o
sobre
su equipo. Podemos
pensar
que
eso es
algo
injusto,
pues lo
que
m�s se exige de un arquero es
que
mantenga bien en la
mira
el blanco,
para
poder
acertar,
y
si
son perturbados
por�
esas distracciones, pueden perjudicarse en su desempe�o y pueden
ser
eliminados.
Tal
vez
los butaneses, en sus reglas, reconozcan un blanco m�s amplio en
l�nea
con la herencia
budista.
Tal
vez
el
prop�sito
de estas competencias sea
demostrar
la habilidad de mantener la direcci�n hacia la
meta
(blanco) y la
firmeza
del
prop�sito,
a�n enfrentados con las distracciones de la
vida,
no importa cu�n inesperadas o perturbadoras sean. Un
tipo
semejante de abordaje puede
ser
visto
en
una
actividad
diferente,
como
en algunos monasterios
budistas,
donde dos� monjes son colocados
uno
enfrente del otro
para
argumentar
sobre
alg�n punto de la doctrina, y cuando
uno
termina de hacer su argumentaci�n,
intenta
distraer al otro qued�ndose bien
cerca
de �l batiendo
palmas
estruendosamente.
�
Otros
aspectos
de las implicancias
espirituales
del
arte
del
arco
y la
flecha,
son reveladas en el cl�sico de Eugen Herrigel: "El
Arte
del Arquero
Zen".
Herrigel, un fil�sofo alem�n, fue instruido en el
arte
del
arco
y la
flecha
en un monasterio
Zen
para
poder
comprender porqu� ese
arte
es
visto,
no
como
un deporte,
sino
como
una
actividad
religiosa.
Descubri�
que
no ser�a
suficiente
para
dominar
el
arte
simplemente la utilizaci�n de las
t�cnicas
f�sicas.
En realidad, el
Maestro
casi se neg� a
continuar
ense��ndole a Herrigel�
porque
�l pens�
que
podr�a
alterar
las
t�cnicas
para
volverlas un poco m�s
f�ciles,
y
para
intentar
evitar
el
tremendo
trabajo
f�sico
de
manejar
el
arco
y lanzar la
flecha.
A trav�s de las dificultades del esfuerzo descubri�
que
el deseo de su personalidad de
acertar
en el blanco
era
gradualmente
eliminado,
hasta
que
de
vez
en cuando su
Maestro,
enigm�ticamente, declaraba
que
no hab�a sido �l y s� la
flecha
la
que
hab�a acertado al blanco.
�
Eso podr�a ocurrir
incluso
cuando la
flecha
hubiere alcanzado puntos
distantes
del blanco. As� �l pudo
experimentar,
directamente, la realidad de
que
el arquero en realidad no est� teniendo el
objetivo
de
acertar
un blanco
externo
y s�
uno
interno,
y ese blanco
era
�l mismo. Descubri�
que
la
meta
era
transformar
al arquero en el propio blanco, convirti�ndose simult�neamente
tanto
en el blanco
como
en aqu�l
que
quer�a
acertar.
�l dice: "Es necesario
que
el arquero se convierta, a
pesar
de �l mismo, en un
centro
inamovible".
�
La expresi�n "un
centro
inamovible", recuerda fuertemente la idea teos�fica de un
centro
laya, un punto de energ�a sin movimiento - inamovible en el
sentido
de un movimiento
linear
- en
torno
del cual las
formas
se condensan. Ese
centro
puede
ser�
tan peque�o
como
un
�tomo
individual,
o tan inmenso
como
el
universo.
Tambi�n sabemos
que
generalmente
se ense�a
que
un
centro
gira,
lo
que
a su
vez,
implica la existencia de un
centro
de rotaci�n. Cualquier persona
que
haya tenido en sus
manos
un giroscopio cuando
era
ni�o, se recordar�
que
cuanto m�s
r�pido
gira,
m�s
dif�cil
resulta
querer
alterar
su eje de rotaci�n. Eso prueba
que
es el eje el
que
define la direcci�n - orienta el cuerpo
que
gira
dentro
del espacio circundante.
�
Una
de las m�s significativas ilustraciones astron�micas y astrol�gicas de ese
principio son los polos de un
planeta.
Los polos
norte
y sur de la Tierra,
juntos,
definen un eje de rotaci�n
que
orienta la Tierra hacia otros
centros
dentro
de
este
vasto
universo.
Lo m�s conocido de ellos,
naturalmente,
es la estrella
polar,
Polaris, de la Osa
Menor.
D.K. llama a la estrella Polaris "La Estrella de la Direcci�n" y la
relaciona con Shamballa y con la constelaci�n de Leo. Aunque no est�
directamente relacionado a la estrella Polaris, Sagitario est� ligado a
Leo en el tri�ngulo del 5o Rayo.
�
Pero, la direcci�n de un eje de rotaci�n no est�
completamente
establecida o fijada
si
existen otras fuerzas actuando
sobre
el mismo.� En el
caso
de la Tierra, del
Sol
y de la Luna, y en
menor
grado
otros
planetas,
est�n
todos
atra�dos fuertemente
por
la fuerza de gravedad, eso significa
que
el propio eje
gira
generando un
c�rculo,
y eso provoca dos efectos
importantes:
una
elevaci�n
gradual
del punto
inicial
del
zod�aco
en un
per�odo
de
cerca
de 25.000 a�os, y el cambio de la estrella
polar.
Mientras eso es as�, el
sistema
solar
como
un
todo
tambi�n tiene un eje de rotaci�n
que
apunta hacia
una
constelaci�n del
norte,
la del Drag�n. A
medida
que
la estrella
polar
de la Tierra cambia de
vez
en cuando, en un
determinado
punto de su
ciclo,
�sta tambi�n tiene
una
estrella
polar
que
pertenece a la constelaci�n del Drag�n y
que
es llamada Thuban (estrella
alfa
de la constelaci�n del Drag�n, fue considerada
como�la
estrella�polar�cerca
de 2700 a.C.).
Esta informaci�n es
importante
al
considerar
que
en las ense�anzas de la Sabidur�a
Arcana
el drag�n o la serpiente son
uno
de los
s�mbolos
m�s
significativos.
El 2o Rayo, el Rayo
que
condiciona nuestro
sistema
solar,
es conocido
como
"El Drag�n de la Sabidur�a", y
por
lo
tanto,
la
meta
para
los
seres
humanos
es transformarse en
una
unidad
consciente
dentro
del cuerpo del Drag�n de Amor-Sabidur�a, y de all� convertirse, en un
nivel
menor,
un Drag�n de Sabidur�a. La siguiente cita del libro
Tratado sobre Fuego C�smico, parece
que
refuerza las ideas mencionadas:
�
"La relaci�n de la 5a Jerarqu�a con ciertas constelaciones
tambi�n tiene
algo
que
ver
con ese misterio. El misterio est� escondido en el
karma
del
Logos
Solar,
se refiere a su relaci�n con otro
Logos
Solar,
y a la interacci�n de fuerza
entre
ellos en un mahakalpa mayor. Ese es el "secreto
del Drag�n" y fue la influencia del drag�n o de la "serpiente de energ�a",
que
caus� el flujo de la energ�a man�sica o energ�a de la
mente
en el
sistema
solar.
�ntimamente
entrelazado con el
karma
de esas dos
entidades
c�smicas, estaba esta entidad
menor,
que
es la
Vida
de nuestro
planeta,
el
Logos
Planetario. Fue
como
si
se tratara de un
karma
triple, y eso hizo
que
fuera tra�da la �serpiente de la religi�n" y la "Serpiente o Drag�n de
Sabidur�a" en los d�as Lemurianos. Ellos tienen
que
ver
con la Kundalini
solar
y planetaria, o la serpiente de fuego.
Una
pista
est� en el hecho de
que
la constelaci�n del Drag�n, tiene la misma relaci�n en el
UNO
-�
una
vida
mayor
que
la de nuestro
Logos
� con la
que
tiene el
ser
humano
con el
centro
de la
base
de la columna. Tiene
que
ver
con la estimulaci�n, revitalizaci�n y con la consecuente coordinaci�n de
los fuegos manifiestos". (P�gina
940).
�
Existen otras referencias
sobre
Sagitario en conexi�n con la direcci�n y con el
simbolismo
de la serpiente, en las explicaciones
sobre
los siete caminos
que
son escogidos
por
los
Maestros,
despu�s de la
Sexta
Iniciaci�n, la de la Decisi�n.
�
Sin
embargo,
el trabajo de
H�rcules
en
este
signo,
no parece
tratar
sobre
el asunto de la direcci�n. En Sagitario, se le pide a
H�rcules
que
libere el pantano de Est�nfale de la
enorme
bandada de p�jaros
predadores.
�l es
incapaz
de
realizar
su trabajo con el
uso
de
armas
convencionales,
incluso
las
flechas,
por
eso, agudiza sus
poderes
intuitivos - se dice
que
Sagitario es
uno
de los
signos
intuitivos - y opta
por
la idea de
usar
dos
c�mbalos
de bronce
que
ten�a. Cubri� sus o�dos con almohadillas, golpe� los dos platillos
repetidamente,
hasta
que
el
tremendo
sonido
disonante, hizo
que
los p�jaros se marcharan.
Triunfa
a trav�s del
uso
del
sonido.
�
Antes
de
reflexionar
sobre
como
eso puede tener relaci�n con la direcci�n,
vale
la
pena
recordar
que
el trabajo en el
signo
opuesto, G�minis, parece
estar
m�s conectado con nuestro
tema.
�
En G�minis, es
dada
a
H�rcules
la tarea de
encontrar
las manzanas doradas de las Hesp�rides, ese es
uno
de los trabajos m�s
largos,
porque
cuando lo inici�
era
incapaz
de
localizar
las manzanas.
Solamente
despu�s de haber hecho un
largo
viaje y de tener
que
demorarse en el camino
por
causa
de la influencia de Busiris y de su
poder
de hablar tramposamente, es
que
H�rcules,
finalmente,
alcanza su
meta
y obtiene las manzanas -
que,
incidentalmente,
estaban vigiladas
por
una
serpiente de 100 cabezas.
Por
lo
tanto,
en G�minis,
H�rcules
es forzado a
dar
incontables vueltas, pero,
finalmente,
llega a
destino.
Su
sentido
de direcci�n
espiritual
a�n no estaba
completamente
maduro;
en el trabajo de G�minis, �l us� el
sonido
en su
contra.
Transitar
el camino
desde
G�minis
hasta
Sagitario,
claramente
se ve
que
mucho le ense��.
�
Volviendo a los p�jaros de Est�nfale y a su
derrota
a trav�s del
uso
intuitivo del
sonido,
vamos a
recordar
el
aforismo
oculto
de
que
�la Energ�a Sigue al Pensamiento". Al mismo tiempo, los
pensamientos crean
sonido
y palabra,
por
lo
tanto,
en ese
sentido,
el pensamiento es el conductor
que
dirige la energ�a de los
reinos
superiores
hasta
el
mundo
manifiesto del
sonido
y la palabra.
Sonido
y palabra son los mayores factores creativos. En el nivel m�s
mundano,
ninguna construcci�n u otra
forma
mayor cualquiera, es realizada sin
que
una
gran cantidad de palabras hayan sido habladas o
escritas.
La palabra crea relaciones, y palabra y
m�sica
dirigen emociones. Considerando el hecho de
que
la mayor�a de nosotros tiene
mentes
que
a�n est�n fuertemente controladas
por
las emociones,
nos
lleva al reconocimiento del
poder
que
el
sonido
tiene
sobre
nuestros pensamientos y
nos
trae de vuelta al inicio.
Por
eso la importancia de la correcta palabra, y podr�amos decir, de la
correcta
m�sica.
�
Vivimos en
una
sociedad
que
est� inmersa en la
m�sica
- pocas son las tiendas donde se vende
algo,
en la cual no tengan
una
canci�n sonando continuamente, adem�s de las innumerables estaciones de
radio
que
est�n reproduciendo las m�s variadas concepciones musicales, lo
que
confunde o equivoca a la
mente.
Un
s�mbolo
f�sico
de la omnipresencia de la
m�sica
es el walkman, y ahora tenemos el iPod,
que
acent�a la sorprendente diversidad de la
m�sica.
La versi�n mayor puede contener 10.000 canciones, con un promedio de 3
minutos
cada
una,
ello significa m�s de 20 d�as de reproducci�n,
si
alguien quiere escuchar sin interrupci�n
todo
lo
que
est� grabado. Mientras
que
la gran diversidad del
mundo
de la
m�sica
es
algo
para
ser
celebrado, a�n as�, persiste el peligro de
que
saturemos nuestra capacidad
para
escuchar con discriminaci�n, un escuchar
que
reconozca
tanto
el
impacto
psicol�gico
del
sonido
como
los
per�odos
necesarios de silencio.
�
H�rcules
usa
un
instrumento
musical
para
asustar a los p�jaros, en ese
caso
los p�jaros pueden
ser
s�mbolos
de
formas
erradas de pensamientos y de palabras, y consecuentemente, de corrientes
de pensamientos err�neamente direccionadas. Hay
una
larga
historia en el
uso
de
instrumentos
musicales,
que
facilitan la correcta direcci�n de pensamiento, en las ceremonias sagradas
- el
budismo
tibetano
por
ejemplo,
que
es
una
tradici�n bien conocida
por
todos
nosotros. Es
una
t�cnica
que,
con el redescubrimiento del
poder
de antiguos
instrumentos
tales
como
gongos
y cuencos, est� siendo adaptada
para
pr�cticas
espirituales
m�s abiertas de la
era
de acuario. Don Conreaux,
que
trabaja
internacionalmente
ense�ando el
poder
curativo
del gong, y
que
relaciona su trabajo con la
t�cnica
de curaci�n del 4o Rayo,
que
fue profetizada en el libro
Curaci�n Esot�rica, dice:
�
�El
sonido
del gong es un
canal
de verdad
pura,
y siempre
que
esa verdad es experimentada, la curaci�n sucede. Cuando el gong est�
siendo tocado, las vibraciones sonoras inmediatamente aquietan la
mente
y permite
que
la curaci�n acontezca. La resonancia del gong es la verdadera
m�sica
de las
esferas,
de los cuerpos
celestiales
del
universo.
Cada
planeta,
luna o estrella es un gong
que
emana el
sonido
divino
AUM, y su variedad de patrones vibracionales.� �www.holistic-resonance.com
�
Esa afirmaci�n de
que
el gong puede
aquietar
la
mente
deber�a
ser
comprendida con referencia a la
mente
concreta.
Eso es m�s o
menos
lo
que
H�rcules
hace con los
c�mbalos,
eliminando los patrones de pensamientos
negativos,
que
son
emocionalmente
condicionados, y
que
consecuentemente llevan a los
h�bitos
del habla
negativa,
de la difamaci�n (hablar
mal
sobre
otros a cualquier nivel,
emitir
juicios
sobre
las acciones de los dem�s, etc. NT), de hablar de s� mismo, o de hablar
indiscriminadamente
sobre
los misterios del
ocultismo.
Los
sonidos
de la naturaleza,
como
el viento en los �rboles o el barullo de las
olas,
son otros
sonidos
que
parad�jicamente pueden inducir al silencio
interno.
Cuando eso sucede, la conciencia es liberada
para
moverse en direcci�n a la
mente
superior
y a la intuici�n.
�
Solamente
cuando esos
aspectos
superiores
del Yo son contactados es cuando la verdadera direcci�n se encuentra. El
antakarana, ese "instrumento
interno"
o puente de arcoiris hacia la conciencia
superior,
simboliza el encuentro de la localizaci�n del
norte
espiritual
y del viaje en direcci�n al mismo. El antakarana es esencialmente un eje,
una
l�nea
fija, de donde todas nuestras otras actividades deber�an
proceder.
Estando construido,
nos
permite
que
nos
convirtamos en un 'punto inamovible' en los tres
mundos,
sin
que
seamos afectados
por
el tiempo o
por
el cambio, y permite tambi�n
que
actuemos
como
un punto de distribuci�n de energ�as
espirituales.
Cuando estemos trabajando hoy en la meditaci�n, vamos a
construir
imaginativamente
una
l�nea
entre
nosotros y los
reinos
superiores,
haciendo eso, estaremos fortaleciendo el puente planetario de arcoiris, y
ayudando a
orientar
a la humanidad y a los otros
reinos
de la naturaleza en direcci�n a su verdadero
destino.
�
Nuestra
nota
clave
es: Veo la
meta,
alcanzo esa
meta,
y luego veo otra.
���
*
Traduzido pelo Intergrupo �bero-Americano.
� |