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		[ 
		 El Alma y su Mecanismo 
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      			Alice A. Bailey
      
      
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       Es 
      un hecho establecido y aceptado que el alma trabaja a trav�s del mecanismo 
      de la triple personalidad para estimular los tres mundos de la evoluci�n 
      humana, los planos de conciencia mental, emocional y et�rico-f�sico. En 
      este libro se presenta claramente, el m�todo por el cual el alma y los 
      veh�culos de la personalidad interaccionan y funcionan juntos. La autora 
      revela tambi�n la relaci�n entre lo que el ocultista acepta en la 
      constituci�n del hombre como cuerpo vital, la red et�rica con sus v�rtices 
      de energ�a o centros y los efectos fisiol�gicos en el cuerpo, a trav�s de 
      las secreciones glandulares directamente en la corriente sangu�nea. Este 
      es el sistema de gl�ndulas endocrinas en el cuerpo f�sico que corresponden 
      a los centros de energ�as en el cuerpo et�rico y los cuales, por lo tanto, 
      reaccionan al tipo y potencia de fuerza que circula por el cuerpo et�rico 
      en cualquier momento.
Es 
      un hecho establecido y aceptado que el alma trabaja a trav�s del mecanismo 
      de la triple personalidad para estimular los tres mundos de la evoluci�n 
      humana, los planos de conciencia mental, emocional y et�rico-f�sico. En 
      este libro se presenta claramente, el m�todo por el cual el alma y los 
      veh�culos de la personalidad interaccionan y funcionan juntos. La autora 
      revela tambi�n la relaci�n entre lo que el ocultista acepta en la 
      constituci�n del hombre como cuerpo vital, la red et�rica con sus v�rtices 
      de energ�a o centros y los efectos fisiol�gicos en el cuerpo, a trav�s de 
      las secreciones glandulares directamente en la corriente sangu�nea. Este 
      es el sistema de gl�ndulas endocrinas en el cuerpo f�sico que corresponden 
      a los centros de energ�as en el cuerpo et�rico y los cuales, por lo tanto, 
      reaccionan al tipo y potencia de fuerza que circula por el cuerpo et�rico 
      en cualquier momento.
      
      El comportamiento humano y la disposici�n del cuerpo 
      f�sico, est�n condicionados por la forma en que los veh�culos de la 
      personalidad reciben o rechazan los impulsos del alma, y esto est� 
      condicionado por el �nfasis o el enfoque de la conciencia en cualquier 
      momento. El veh�culo f�sico no es un principio, responde a cualquier 
      fuerza dominante que se exprese a trav�s del sistema et�rico de centros de 
      energ�a. Por ejemplo, un alto estado emocional, en el cual el centro de 
      energ�a del plexo solar en el cuerpo vital es sobreestimulado, afectando 
      poderosamente su contraparte f�sica, el p�ncreas, produce, una 
      hipersecreci�n del mismo y consecuentemente un desequilibrio general 
      dentro de la personalidad.
      
      
      Es obvio que en un hombre altamente evolucionado los 
      veh�culos de la personalidad est�n alineados, el cuerpo et�rico vital y 
      equilibrado, y los centros de energ�a controlando el cuerpo f�sico, 
      receptivo a la influencia de el alma a trav�s del mecanismo de la 
      personalidad integrada. Pero hasta que esta condici�n no se crea 
      concientemente, el mecanismo de respuesta es m�s o menos aislado en los 
      espejismos de la personalidad. Se dice que el aspirante al discipulado 
      realmente necesita saber dos cosas: la constituci�n del hombre y la etapa 
      que tiene por delante. En este libro, la forma en que la constituci�n 
      humana funciona en sus partes componentes est� claramente expuesta.
      
      
      Una meta aceptada por el aspirante es aprender a hacer de 
      la personalidad un instrumento para uso del alma. El conocimiento de la 
      relaci�n entre los cuerpos sutiles y densos, la energ�a y la fuerza, el 
      alma y el mecanismo de la personalidad, puede sacar a este proceso fuera 
      de la vaga nebulosa que normalmente lo rodea, d�ndole la claridad y 
      precisi�n de una f�rmula cient�fica.
      
      
      Sin embargo, no es este solamente un problema de la forma y de la energ�a; 
      el hombre en su totalidad est� envuelto en el proceso y en los efectos 
      psicol�gicos, filos�ficos y espirituales, porque la energ�a fluye como 
      resultado del pensamiento, y la cualidad, naturaleza y potencia del 
      pensamiento es materia de conciencia, lo que afecta a todo el proceso de 
      vivir, cuando el foco de conciencia es la vida diaria, all� estar� el 
      centro de conciencia controlando el mecanismo de respuesta.
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      Publicado por: Editorial Fundaci�n Lucis - Buenos Aires 
      - Argentina
      P�ginas: 143
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      �NDICE� DEL� LIBRO 
      � 
      
        
        Prefacio
        
        
        Cap�tulo I� -���� 
        El Problema de la Psicolog�a
        
        � 
        
        Cap�tulo II� -��� 
        Las Gl�ndulas y la 
        Conciencia Humana �
        � 
        
        Cap�tulo III� -�� La 
        Teor�a del Cuerpo Et�rico 
        � 
        
        Cap�tulo IV� -�� La 
        Naturaleza del Alma y su Ubicaci�n 
        � 
        
        Cap�tulo V� -��� 
        Ense�anza Oriental sobre el Alma, el �ter y la Energ�a 
        � 
        
        Cap�tulo VI� -�� Los 
        Siete Centros de Fuerza 
        � 
        
        Cap�tulo VII� -� 
        Conclusi�n
        �
        
        Ap�ndice
      
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