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[
El Silencio de la Mente ]

 

Por Ilie Cioara

 

Este libro nos da la llave maestra para la realizaci�n a la que apuntan las ense�anzas de todos los grandes sabios iluminados del pasado. El autor explica magistralmente c�mo podemos descubrir nuestra naturaleza divina cultivando el silencio de la mente con una profunda atenci�n y una cristalina percepci�n consciente. Escrito desde la experiencia personal de Ilie Cioara, es totalmente accesible al hombre y la mujer modernos, pues los poemas y los comentarios que lo componen est�n plasmados con palabras sencillas, que todo el mundo puede entender. Su intenci�n es poner al descubierto la actividad pensante del ser humano com�n, del ego y de la conciencia superficial, y mostrar c�mo podemos sacarlos a la luz con la ayuda de una atenci�n l�cida. Son poemas distintos a cualquier otra clase de poes�a, que ayudar�n al lector a trascender el mundo finito y a integrarse con lo infinito.

Publicado por: Editorial Sirio

 

 


 

Este libro va dirigido particularmente a todos los individuos que quieran descubrir lo Sagrado practicando el �conocerse a s� mismo�. 

Con estos poemas-espejo, escritos con palabras sencillas que todo el mundo entiende, mi intenci�n es poner al descubierto la actividad pensante del ser humano com�n, que act�a a modo de �ego� o conciencia superficial y que podremos sacar a la luz con la ayuda de una atenci�n l�cida y omn�moda, que es un atributo de lo Sagrado.

En cuanto se alumbra el ego con la llama de la atenci�n, su actividad cesa de repente; se queda completamente en silencio, y, en esa paz del alma o vac�o psicol�gico, aparece una nueva conciencia �energ�a pura� donde la Belleza, la Verdad y el Amor se reflejan como en un espejo.

Todo ello se revela espont�neamente, por s� mismo y a trav�s de s� mismo, sin contribuci�n alguna de la �mente conocedora�.

Estos poemas �le�dos de cierta manera� nos ayudan a trascender el mundo finito y a integrarnos as� con lo Infinito. Son distintos de cualquier otra clase de poes�a. Los poemas comunes encuentran su inspiraci�n en la dimensi�n limitada que habita el poeta; son creaciones cuyo contenido va dirigido a los dem�s seres humanos que viven en la misma dimensi�n, e influyen en ellos en consonancia con el car�cter limitado de �sta.

Las incontables met�foras que con frecuencia se utilizan en muchos poemas sobrevalorados no hacen sino confirmar lo que digo. Tienen un efecto intelectual, imaginario y sentimental, y a veces nos hacen llorar; pero su belleza es s�lo relativa, igual de relativa que todo lo dem�s mientras el origen de nuestro funcionamiento se halle en el nivel del condicionamiento humano.

�La comprensi�n intelectual es y ser� siempre limitada! Por eso el cr�tico literario nunca entender� a alguien que exprese con palabras s�lo aquello que ha experimentado en otra dimensi�n.

Todos los poemas de este volumen tratan el mismo tema: el encuentro consigo mismo, contemplado desde diferentes �ngulos. De ah� que la repetici�n de algunas palabras sea inevitable.

Pero, para �conocerse a s� mismo�, las palabras importan poco; lo fundamental es lo que descubramos detr�s de ellas, es decir, una integraci�n con la realidad del momento. Cada uno de esos encuentros con la realidad es y ser� siempre �nico.

Cada vez que se lee un poema, s�lo las palabras se repiten. La experiencia de trascender lo finito e integrarnos en lo Infinito es, en cada lectura, originalidad, novedad absoluta.

Cada encuentro, realizado desde la sencillez, debilita la estructura egoc�ntrica que hemos construido, de la que somos prisioneros, y que es la causa de nuestra infelicidad y la infelicidad del mundo entero.

La frecuencia de los momentos vividos de esta manera demoler� finalmente los muros del ego. Tras ese feliz suceso, nuestro ser conducir� la Chispa Divina que mora en nosotros, que nos dirigir� con Amor, Belleza e Inteligencia creativa.

Los poemas van seguidos de una versi�n en prosa, a fin de aclarar todo lo posible el tema de cada uno de ellos y los problemas de nuestra vida sobre los que tratan.

La manera en que est� escrito el libro expresa la realidad de esta experiencia. Cada encuentro frontal con ese ego con el que nos identificamos representa una aut�ntica ventana al Infinito, que nos funde con el Todo como seres completos.
                                                                                                                                  ILIE CIOARA
 

Lee  tranquila/o  y  deja  que  el  poema  te  atrape  y  te  lleve  a  tu  dimensi�n  eterna...

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2. EL PODER DEL VAC�O

La �vacuidad� o �vac�o psicol�gico� es un extra�o fen�meno
que aparece espont�neamente en el intervalo entre dos pensamientos.
En cuanto el viejo pensamiento termina su curso y desaparece
�su final es la puerta�, le sigue un silencio natural.

 
Insiste en estar con �l tanto como puedas.
La mente permanece en silencio absoluto, y si
estamos atentos, con conciencia cristalina,
todos los conceptos, delimitaciones, desaparecen;
somos Uno con lo Infinito.
En la pr�ctica, tenemos una mente nueva, siempre flamante.


En ese intervalo, �soy infinito!
Se separan dos mundos: dejo atr�s el mundo limitado
y entro en la Infinitud, por la fusi�n total.
El ser entero est� en calma: un destello constante.


No hay tiempo, no hay espacio, s�lo Eternidad sin fin.
Fluyo en contacto directo con la vida, en un presente perpetuo.
Soy Energ�a Pura, sin motivaciones.
La sencillez de la existencia nos integra por completo.


S�lo en este �ahora� nos encontramos realmente con la Vida;
libres de lo viejo, somos capaces de abrazar lo nuevo.
Pero toda esta belleza se desvanece en
cuanto aparece otro pensamiento,
que llega de la mente conocedora: una grabaci�n del pasado.


D�jale hacer lo �nico que sabe; no le opongas resistencia.
Rec�belo tal como es, sin ning�n prop�sito.
Can toda certeza, desaparecer�, y volver� a seguirle el �vac�o�,
otra oportunidad de encontrarte con �l en la pr�ctica.


En esa vacuidad descubrimos el verdadero significado de la Vida;
es la l�nea fronteriza entre dos mundos:
a un lado, el mundo limitado donde gobierna el ego;
al otro, lo Infinito, donde reina el Amor.


El vac�o separa tambi�n la Luz de la oscuridad,
el caos permanente �que provocan la lucha,
las contradicciones y conflictos�
del ser armonioso, el equilibrio y la dicha.
El egocentrismo perece por entero al
encontrarse de frente con el vac�o.


La Paz, el orden divino, es entonces nuestra naturaleza;
cambia, sin esfuerzo ni voluntad, nuestra manera de ser.
S�lo en esta vacuidad psicol�gica nos hacemos honestos y humanos.
La Pureza de la Energ�a, de los pigmeos que �ramos, hace titanes.


Dejemos que este �vac�o psicol�gico� sea nuestra gu�a
en toda circunstancia que encontremos en el camino espiritual.
Si no es ese vac�o el punto de partida, nos
dejamos enga�ar f�cilmente.
�S�lo al experimentar ese vac�o, somos Amor!

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No  se puede  creer  que  hayas  disfrutado  el poema...  eso  habla  bien  de  ti!

 

 

La vacuidad o �vac�o psicol�gico� es un extra�o fen�meno que aparece espont�neamente en el intervalo entre dos pensamientos. Primero, el viejo pensamiento termina su curso y desaparece. En su final, yace la puerta, y lo que ahora sigue es silencio natural.

Con persistencia, trata de identificarte con ese vac�o, hazte uno con �l y mora en �l tanto como te sea posible. En esta circunstancia, la mente se halla en completo silencio. En ese estado de atenci�n, somos Conciencia Pura. Cuando no tenemos motivaciones ni conceptos, no hay l�mites: nos fundimos con lo Infinito hasta ser Uno. En este estado de �vacuidad� o �vac�o psicol�gico�, tenemos una mente nueva, flamante �que no guarda conexi�n alguna con la vieja mente que nos ha acompa�ado hasta ahora� y advertimos que el ser entero permanece en perfecta calma y unido a lo Eterno �que se manifiesta como un destello espont�neo�. Cuando realmente vivimos fuera del tiempo y el espacio, somos Eternidad constante y nos movemos en contacto directo con el movimiento de la Vida, en un perpetuo presente. �Ser�, simplemente, significa lograr la �integraci�n total�; somos portadores de una Energ�a Pura, sin motivaciones.

El verdadero encuentro con la vida s�lo puede suceder en este perpetuo �ahora�. Cuando el viejo ser desaparece, adquirimos la capacidad de abrazar lo nuevo, que el movimiento de la Vida engendra.

La belleza de la vida desaparece al instante en cuanto otro pensamiento, reacci�n de la mente, invade el presente y enreda su significado. Cuando esto suceda, deja que el intruso siga su curso; no le opongas ninguna resistencia. S� un simple punto luminoso, un mero testigo de la pantalla de la conciencia, observando en perfecta quietud lo que sucede, sin ning�n prop�sito, meta ni ideal. Cuando nos enfrentamos as� al pensamiento-intruso, desaparece espont�neamente, dejando el camino despejado para el momento siguiente.

El verdadero significado de la vida se nos revela s�lo en el contexto de este vac�o, l�nea fronteriza entre dos dimensiones: a un lado, el mundo limitado donde el ego personal manda; al otro, lo Infinito, donde el Amor y la Belleza crean un clima de felicidad ilimitada.

Este vac�o separa, asimismo, la Luz de la oscuridad. Al caos que normalmente encontramos dentro de la mente limitada, provocado por las disputas, contradicciones y estados conflictivos, lo reemplaza un ser absolutamente armonioso que se manifiesta como dicha y felicidad sin fin. S�lo en esta circunstancia desaparece el egocentrismo, por el simple hecho de que tomemos conciencia de �l.

Esta �nada psicol�gica� nos hace honestos y humanos. Cambia radicalmente nuestro ser entero, sin esfuerzos, deseos ni estados imaginarios. Representa el abismo, la tumba, donde todas las energ�as fragmentadas de la estructura ego�sta, obsesiva y posesiva desaparecen irreversiblemente.

Utilic�moslo, pues, como punto de partida en toda investigaci�n espiritual. Sin ese vac�o, cualquier intento de progreso psicol�gico s�lo tendr� como resultado estados imaginarios; ser� un puro enga�o.

Conviene recordar que esta atenta y l�cida pasividad de la mente nos da la oportunidad de conocer el Amor verdadero e identificarnos con la Divinidad.

Cada encuentro con esta �nada psicol�gica� es un aut�ntico mazazo que asestamos a la estructura del ego, del cual somos autores y prisioneros. Dependiendo de la frecuencia de los golpes descargados, experimentaremos, m�s tarde o m�s temprano, el fen�meno de la Liberaci�n, afortunado acontecimiento que llega completamente por sorpresa. No se puede imaginar, desear, ni esperar que sea recompensa o resultado de una actividad psicosom�tica dirigida a alcanzar una meta o ideal.
 

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                                                                                                                              Maestro Tibetano Djwhal Khul