Una expresión del Nuevo
Grupo de Servidores del Mundo
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Kosmos - 2
]
El Surgimiento de la Civilización Mundial
La Mente Integral - Sensibilidad Infinita
Nancy Roof
“Un espíritu
viviente crece y hasta supera sus anteriores formas de expresión.
Este espíritu viviente se renueva eternamente y persigue su meta de
múltiples e inconcebibles maneras, a través de la historia de la
humanidad. Los nombres y las formas que los hombres le han asignado
significan muy poco; ellas son la hojas y flores que mudan en el
tallo de la eternidad”.
Carl Jung
¿Qué Clase de Civilización Planetaria?
Todo comenzó con la explosión de una supernova hace billones de años en
el vasto espacio del Cosmos. Un planeta girante, lleno de riquezas
abundantes, se encumbró a través del espacio, llevando consigo las
simientes de los fulgurantes zafiros azules y los brillantes y rojos
rubíes, las delicadas semillas de las orquídeas blancas, la fragancia de
las rosas rosadas, el coraje de la pantera y la tibieza de la sonrisa
humana. La ciencia revela un Cosmos altamente ordenado, pleno de energía
e información, siendo la interdependencia y conexión la clave de sus
rasgos. Nuestras tradiciones revelan una vasta fuerza creativa de amor,
inteligencia y poder que guía el universo en evolución y conecta todas
las cosas. Ahora sabemos que estamos intrincadamente conectados con
todos y con la misma vida y la salud de la tierra.
A medida que se desarrolla nuestra comprensión, también se expande
nuestro sentido de la proporción. Desde las comunidades locales, a las
naciones, al planeta y hasta el cosmos. Los avances en la investigación
de la conciencia y las prácticas espirituales amplían nuestro interior
hasta abrazar toda la vida. Sin embargo, los esperanzados sueños del
grupo parecen estar más distantes porque sufrimos una falta de
alineamiento global, cada vez más intensificado. Esperábamos que, cuando
la ‘Guerra Fría’ terminara, viviríamos en un mundo apacible. En lugar de
esto, estamos descubriendo un mundo de valores en contraposición; un
mundo dividido política, social y culturalmente entre la elite y los
empobrecidos; esto ocurre en un momento en que la magnitud de los
problemas globales requiere de la colaboración y las alianzas.
Enfrentamos la complejidad de las perspectivas múltiples de las diversas
culturas, en un mundo recién globalizado.
¿Cómo abrazar las actitudes egocéntricas y etnocéntricas dentro de una
conciencia mundo-céntrica que esté alineada con la naturaleza y el
cosmos?
La moderna visión occidental del mundo, de materialismo científico y
racionalidad, al tiempo que ofrece incontables beneficios, también nos
deja carentes de sentimiento, alienados los unos de los otros,
existiendo en un mundo sin significado ni propósito. Nos deja esperando
regresar a la intuición moral básica de lo bueno, lo verdadero y lo
bello en un abrazo holístico.
La visión, del mundo, post-moderna, igualitarista y de consenso, sosiega
frecuentemente en lugar de afrontar la amenaza de la creciente violencia
y visiones de un mundo en oposición.
La necesidad de equilibrar las anteriores limitaciones de visión del
mundo, tratar la magnitud de los cambios en las condiciones de vida y
encontrar una salida a través de este periodo de transición en la
historia humana, nos está conduciendo al surgimiento de una visión del
mundo post-moderna con una visión transformadora. Ha llegado el momento
de ver que las soluciones parciales del pasado encajen dentro de la
totalidad evolucionante que está surgiendo. Somos llamados a las
totalidades. A eso lo definimos como ‘Integral’.
El frente político no luce promisorio. Un creciente número de naciones,
fallidas como estados pre-modernos, como los del África Subsahariana,
están regresando al tribalismo y a la criminalidad. Sociedades modernas
como Estados Unidos, China, Rusia y la India todavía creen poder
resolver los conflictos por medios militares. Las sociedades
post-modernas, de Europa occidental, están funcionando desde el
principio de la interdependencia, mientras que los inmigrantes, con
diferentes valores, amenazan sus sociedades amantes de la paz. Mikhail
Gorbachev nos ha advertido de que debemos entender, claramente, la fase
histórica de desarrollo y la mentalidad de cada nación. Ninguna nación
puede imponer un sistema de valores sobre otra sociedad que se encuentra
en una etapa de desarrollo diferente y que, por esa razón, presenta
diferentes necesidades.
Los miembros del Instituto de Ciencia Integral describen ‘Integral’ de
esta manera: “La consideración de la naturaleza ecológica de toda la
vida, significa la necesidad de salvaguardar, viviendo de tal manera que
sostenga la familia, la comunidad, la civilización y el medio ambiente.
Socialmente, la era integral, procede hacia una cultura de redes de
contacto que vinculan una nueva civilización global. Económicamente,
incluye Internet y la era de información y, con ella, un tremendo salto
en la inteligencia colectiva planetaria”.
¿Por qué un Acercamiento Integral?
“En unos momentos, tan desprotegidos e inciertos, clamamos por un orden
y una coherencia que lleve, las formas que se están combinando en
nuestro crecimiento, a un ritmo con el orden oculto en la creación.”
John O’Donohue
Los bien reconocidos filósofos integrales Ken Wilber, Ervin Lazlo y, más
recientemente, Yasuhiko Kimura, aunque con diferentes acercamientos,
todos coinciden en que integral significa totalidad. Ellos concuerdan en
que las perspectivas parciales ya no son suficientes. Todos han abogado
por sistemas integrales de pensamiento y como requisito para tratar con
los complejos retos que, ahora, alcanzan una escala global.
Para la revista ‘Kosmos’, un acercamiento integral a la nueva
civilización incluye la necesidad de alguna forma de práctica que
desarrolle la percepción interna y el dominio de la mente y las
emociones. Importa cómo vivimos nuestra vida. Podemos hacer una
diferencia positiva. Nuestro comportamiento es impulsado,
inconscientemente, por las diversas culturas y sociedades en las cuales
estamos imbuidos, creando posibles choques en nuestra visión del mundo.
De esto se deriva que necesitemos estructuras políticas, económicas y
sociales que fortalezcan nuestro desarrollo, más allá de las
perspectivas étnicas y que permitan el florecimiento de los valores
mundiales.
Partiendo de la investigación, en los diversos campos de estudio, esta
claro que es un error pensar que se puede imponer nuestra propia
perspectiva sobre otra cultura o individuo y, sin embargo, es un error
que frecuentemente cometen muchos individuos y países. La imposición de
valores a través de las culturas ha creado problemas enormes en la
actual crisis global, no solo a través de la acción gubernamental y los
programas de desarrollo, sino también a través de las perspectivas
religiosas que asumen la universalidad de la visión del mundo
particular.
La perspectiva integral ofrece una alternativa, el encuentro con las
personas en el punto donde estas se hallen, permitiendo el desarrollo
natural y orgánico. Las personas están en diferentes etapas de
desarrollo. Para algunos el mundo gira a “mi” alrededor, para otros
alrededor “nuestro” y para otros alrededor de “todos nosotros”. Y unos
pocos se identifican con ‘Kosmos’: “toda la vida”. Necesitamos líderes
con visión global, que puedan diseñar ambientes facilitadores que
fomenten un proceso natural de cambio.
El acercamiento integral se ha demostrado exitoso. Algunos gobiernos lo
están examinando más de cerca. Bill Clinton se refirió al trabajo de Ken
Wilber en el Foro Económico Mundial de Davos. El PNUD, actualmente, está
utilizando el trabajo de Wilber en una variedad de programas. El
pensamiento integral se ha convertido en la base de los nuevos negocios
y del entrenamiento en liderazgo. Don Beck ha estado aplicando la
‘Espiral Dinámica Integral’ en asuntos globales. Ken Wilber abrirá la
Universidad Integral este año y Ervin Laszlo y sus asociados están
planeando una Universidad Mundial de Sabiduría gratuita y por Internet,
en un futuro cercano.
Kosmos promueve la reflexión interna y el compromiso externo, así como
las diferentes perspectivas que deriven de una comprensión del
desarrollo y la evolución orgánica. Creemos que un entendimiento de cómo
funciona el mundo y de las realidades políticas y globales presentes, es
esencial para la transformación global. Animamos el encuentro con el ‘Yo
Esencial’ o lugar de sabiduría en nuestro interior como una guía para
vivir nuestra vida. La pregunta más importante en estos tiempos puede
ser: ¿Cómo nos preparamos para alinearnos con el Cosmos y para construir
las formas que expresen la próxima etapa de surgimiento global?
Cada transición mayor, en la evolución cultural, desde la era agraria
hasta la industrial e informática, o de la perspectiva egocéntrica, a la
socio-céntrica y mundo-céntrica, nos despierta y sensibiliza para un
mayor cuidado y preocupación. Tú y yo seremos co-creadores de la
civilización planetaria emergente. Encontraremos la forma de acceder a
habilidades y capacidades latentes que ni sospechábamos que teníamos.
Responderemos al llamado de los tiempos porque nos importa.
Si nos enfocamos más allá del caos de la avalancha de la crisis global,
encontramos que la humanidad ha realizado un gran progreso. Por ejemplo,
en la mayoría de los lugares ya no se acepta la esclavitud; la
preocupación ambiental y el activismo civil va en aumento; los derechos
de las mujeres y los niños han avanzado a grandes saltos; las protestas
en contra de la guerra, por primera vez, son de alcance internacional y
están diseñadas para prevenir la guerra en lugar de parar una que ya
está en proceso y los matrimonios interculturales son comunes.
Actualmente los niños están naciendo con una conciencia global. Muchos
han pasado muchas horas practicando disciplinas para superar los hábitos
mentales destructivos aprendidos y el correcto manejo de las emociones y
el conflicto. Una trayectoria moral está siendo claramente forjada. Este
es un alineamiento con la necesidad innata que tiene la humanidad de
crear una nueva civilización basada en la ‘Unidad Interna con la
Diversidad Exterior’.
Actualmente, las naciones se debaten, no sin cierta tensión, entre la
autonomía de su propia soberanía y el bien común del planeta, así como
los individuos forcejean entre los valores egoístas de la personalidad y
la generosidad de Yo Esencial. Actualmente, todos estamos siendo
retados, como preparación para el nacimiento de una nueva civilización
global. Históricamente, todos los avances en la conciencia, han sido
precedidos por una lucha de proporciones Hercúleas, una Noche Oscura de
desesperación, abandono y confusión. En nuestras propias vidas y en las
de las culturas y naciones, mueren los antiguos valores, a menudo
dolorosamente, antes de que se revele la llama viviente de una nueva
perspectiva. Necesitamos desarrollar amplitud de visión, fuertes
recursos internos y habilidades efectivas en acción para encontrar
seguridad en un mundo incierto.
Se necesita un acercamiento de múltiples niveles y dimensiones para
tratar con las complejidades de la globalización. Esto significa que lo
que es correcto para mí, no necesariamente lo es para ti. Las soluciones
simplistas que emanan de arriba hacia abajo están siendo remplazadas por
redes de contacto y por el diálogo. Estamos adquiriendo un entendimiento
profundo de la singularidad de las circunstancias de la vida de las
personas y, como consecuencia de esas circunstancias, de toda la gama de
las diversas necesidades, de los individuos y culturas, que residen en
el corazón de la vida misma.
Las súplicas idealistas por “la Humanidad Una” no serán un método
efectivo para tratar con el gran reto que enfrentamos. ¿Cómo
armonizaremos las diversas necesidades humanas en una totalidad
integrada, sin imponer una visión dogmática del mundo?
No podemos aceptar en silencio un mundo donde las quinientas personas
más ricas tienen más de los recursos del mundo que mil millones de los
más pobres; donde mil doscientos millones viven con un dólar al día y
donde los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas, cuyo objetivo es la paz y la seguridad internacional,
venden el 80% de la exportación global de armas.
Comencemos con una visión que brinde un segundo esclarecimiento, un
renacimiento de los valores donde se escuchen las risas de los niños que
juegan en lugar de sus gritos de terror, donde se acoja a cada extraño
con el calor de una sonrisa humana en lugar de la sospecha, donde las
familias se protejan entre sí y a sus hogares en lugar de ser separados
por guerras sin sentido, donde se elimine la polución y donde cada flor
retenga su dulce perfume. Contactemos nuestra humanidad. Sintamos el
dolor del mundo y transformémoslo en canciones de júbilo. ¿Deberemos
soportar otra catástrofe antes de aprender la unión?
Sensibilidad Infinita
“En gran parte del mundo, existen sociedades cuya riqueza reside en su
alma y no en su suelo… cuya imaginación es más valiosa que su
tecnología… Es impensable que se pudieran desarrollar sin la literatura,
el canto, la danza y las historias”.
Sashi Tharoor, Naciones Unidas
“No podremos encontrar el corazón de una cultura a menos que atendamos a
su impulso creativo interior, cuya visión e intención, finalmente, es lo
Bello.”
John O’Donohue
Las mentes integrales y los diseños planetarios naturales nos hacen
avanzar, en nuestra trayectoria evolutiva, hacia una civilización
global. La belleza y el amor abren el corazón hacia la comunidad global.
Un mundo, en paz consigo mismo, no se podrá alcanzar firmando,
simplemente, tratados, pasando leyes o desarrollando códigos éticos. La
comunidad mundial surge cuando se forjan vínculos de confianza y
sensibilidad hacia las necesidades de las personas, en sus niveles más
profundos de la existencia.
La sensibilidad desarrollada a través de la belleza es un elemento
decisivo pero sub-valorado, dentro del proceso de la apertura del
corazón de la nueva civilización global que todos añoramos. El corazón
produce coherencia y alineamiento con el ritmo natural del universo.
Como una suave brisa, introduce su mensaje universal a través del
espacio y el tiempo, dentro de las divisiones de nuestras, algunas
veces, inquietas mentes. En nuestro encantamiento con la mente racional,
tendimos a olvidar que el corazón es el que derriba las barreras que
separan.
El arte puede servir como una diversión de entretenimiento o como un
transformador poderoso. Tiene el poder de separar y polarizar o de unir.
Nos puede conducir a la indulgencia, la avaricia y el egoísmo o puede
elevarnos hasta nuestro estadio más sabio y compasivo. Hemos sido
inundados con toda clase de horrores en el nombre del “arte”. Sólo
tenemos que conectar la televisión para ver la violencia, la ira y la
polarización instalada en la intimidad de nuestros hogares.
“En su más profundo centro, la creatividad está destinada a servir y a
evocar a la Belleza. Cuando este deseo y capacidad cobra vida, brotan
nuevos pozos en el terreno agostado; la dificultad se convierte en una
invitación y en lugar de luchar contra la disposición de nuestra
naturaleza, nos acogemos al ritmo de su urgencia y su pasión más
profunda”.
John O’Donohue
El arte transformativo sigue los principios de la rotación del Cosmos,
desde los átomos hasta los planetas, directo hasta las estrellas. Se
alinea con un lugar universal interior, donde se puede capturar y
expresar toda la condición humana en un trabajo creativo. La estética no
sigue las reglas sociales. Toma sus propias decisiones, su propio camino
hacia lo verdadero, lo bueno y lo bello.
El verdadero arte es una fuerza en movimiento. Nos elevamos en su
presencia, dejamos atrás los hábitos negativos de pensamiento y acción,
la agonía y la fealdad de las vidas no vividas. Su majestuosidad nos
mueve hacia el poder magnético de la Unidad y liberación con una
simplicidad natural. Recordamos nuestro origen común en esos momentos
gloriosos de contacto. Nos sentimos alimentados y, por fin, reconocemos
que estamos en casa. Cuando estamos llenos de deleite estético y de la
emoción y la gracia de la belleza, nos abrimos para fluir con la vida en
lugar de irnos contra ella. Nuestros temores se desvanecen y
permanecemos en el Campo de la Primavera, libres, frescos, vivos y
abiertos para hollar el terreno sagrado con mayor levedad.
“Nuestro deleite en lo Bello es tan natural, para nosotros, como la
respiración, un acto lírico donde nos rendimos pero para despertar”.
John O’Donohue
La máxima finalidad de las artes es llevarnos a un estado exquisito de
ser, donde cada acción se convierte en un gesto de amor; donde cada
encuentro se convierte en un intercambio de dignidad y de gracia; donde
una visión Cósmica nos atrae hacia un mayor bien; donde la belleza del
ser desborda en la belleza de las naciones, de los planetas y del
Cosmos. Y es, en este estado, que nos enamoramos de la Vida y
encontramos la Humanidad Una.
Nuestras almas están sedientas de belleza. Dostoievsky, una vez, dijo:
“Tal vez sea la belleza la que finalmente nos salve.” Y Rumi: “Que la
belleza que amamos sea lo que hacemos. Existen cientos de formas de
arrodillarse y besar la tierra”. La belleza mora en los suaves susurros
que abren nuestros corazones, ampliamente, con amor.
Una visión Cósmica está surgiendo al margen de la sociedad actual, más
allá de las dicotomías de lo masculino y lo femenino, del yin y el yang,
de lo suave y de lo duro. Esta profunda visión descansa en el corazón de
la verdadera creatividad, una visión que abraza la unidad de toda la
vida y de toda la creación. Otro mundo surge de este espacio. Invadiendo
sutilmente nuestra vida diaria sin que siquiera lo notemos. Es desde
este punto, sin espacio y sin tiempo, donde ocurren los cambios mentales
y nuevos diseños planetarios entran en nuestro campo de conciencia.
Ahora sabemos porque un sentido de lo correcto resuena en nuestro
interior.
El canon para una nueva civilización reside en las profundidades de
nuestro ser, esperando pacientemente a que reconozcamos su gentil
llamado. ¡Despertad! ¡Despertad ahora!
¿Sabías que el mundo espera por ti?.
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