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Que el grupo revele la
realidad
del Reino de Dios, la Jerarqu�a planetaria.

[
El Esp�ritu de
la Paz ]
Un V�rtice del Gran Tri�ngulo M�gico
Por
Vicente Beltr�n Anglada
El art�culo "Actividad de Servicio" (Invocando
a los �ngeles o Devas) que dio cuerpo y consistencia a ciertas ideas
extraplanetarias acerca del "Servicio", tiene una finalidad que
trasciende los conceptos hasta aqu� sustentados y mantenidos sobre la
fraternidad. En el mismo les hablamos a ustedes de la vinculaci�n de
nuestra humilde vida humana con todas las esplendentes vidas y todas las
Fraternidades Ocultas y M�sticas del Cosmos Absoluto y de la posibilidad
de que nosotros, como grupo, podamos contactar y a�n exteriorizar
concientemente algunas de las potent�simas energ�as que el "Se�or de
Acuario" derrama como bendici�n divina y aprovechando ciertas
circunstancias especiales de traspaso de Eras o de Precesi�n de los
Equinoccios, sobre el Universo Solar "donde vivimos, nos movemos y
tenemos el Ser" y muy particular y especialmente, sobre nuestro planeta.
No nos extra�a, pues, la gran demanda de informaci�n solicitada durante
los �ltimos tiempos acerca de Aquellos tres Grandes Se�ores que sirven
de veh�culo a las energ�as del Se�or de Acuario con destino a nuestro
planeta Tierra y a todos los Reinos de la Naturaleza. Trataremos de
complacer aquella demanda en la medida de lo posible y siguiendo, tal
como es de rigor en todo estudio esot�rico, el principio herm�tico de la
Analog�a.
El M�ntram de Unidad
Que la Luz Liberadora de Buda,
el
Amor infinito del Esp�ritu de la Paz
y
el poder indescriptible del Avatar de S�ntesis
restablezcan el Plan de Dios en la Tierra.

El Gran Tri�ngulo M�gico entonces est� constituido por
el
Avatar de S�ntesis , el
Esp�ritu de la Paz y el
Se�or Buda.
El Cristo
es el punto dentro del Tri�ngulo (estrella azul).
El
Esp�ritu de la Paz
Tal como su denominaci�n ashr�mica lo indica,
el
Esp�ritu de la Paz es un Centro de Paz, equilibrio y armon�a
imposible de ser descrito. Su Vida de Amor Infinito irradia una energ�a
que hace comprensible mentalmente el alcance de la Fraternidad
Universal. M�s all� de todo argumento posible, los hombres se aman y se
comprenden. El Karma es el agente de este Amor y de esta Comprensi�n,
distorsionados casi siempre por el factor ego�smo heredado de otras
vidas y sustentado todav�a como un centro de energ�a negativa dentro de
la mente y coraz�n de los hombres.
La actividad del Esp�ritu de la
Paz es el resultado de la uni�n de tres
potent�simas energ�as: las que fluyen del Coraz�n del Se�or de Acuario,
las que proceden de la Estrella Sirio, el gran Sol con el cual nuestro
Logos Solar est� k�rmicamente muy vinculado y las de la Logia Espiritual
del Planeta Venus.
El
Esp�ritu de la Paz es el resultado consciente de esta triple
uni�n de fuerza. No es posible razonar sobre la tremenda excelsitud de
esa Entidad extraplanetaria que centraliza en Su Coraz�n el Sentimiento
de Fraternidad C�smica de Aquellas tres Grandes Logias. Su actividad
apreciable m�s asequible a nosotros es Cristo, el Centro de Amor de la
Raza humana que, como ya hemos explicado en el anterior cap�tulo, ocupa
el centro del Gran Tri�ngulo M�gico.
La triple corriente de energ�as procedentes de �las Alturas� incide
principalmente en el Coraz�n de Cristo por una muy definida vinculaci�n
con el
Esp�ritu de la Paz a trav�s del Segundo Rayo de Amor, Compasi�n y
Sabidur�a que, como ustedes saben, es el Rayo mediante el cual fue
concebido, creado y estructurado nuestro Sistema Solar, por uno de los
Grandes Logos Solares que es el Dios del Universo "en donde vivimos, nos
movemos y tenemos el Ser".
La efusi�n de Vida del Esp�ritu de la
Paz a trav�s de Cristo y actuando directamente
sobre nuestra Jerarqu�a planetaria "acelera el proceso de expansi�n del
Plan de Dios" siguiendo el trazado o dise�o presentado por los Grandes
Agentes de
Shamballa.
Todo el proceso de expansi�n de esta Vida radiante ha sido posible
porque hay ciertas vinculaciones de car�cter m�stico y oculto, reveladas
solamente a los Grandes Iniciados del planeta, que provienen de �un muy
remoto pasado para el cual los c�mputos conocidos del tiempo carecen de
valor para los humanos�. No vamos pues a intentar esclarecer el motivo
esencial de estas vinculaciones que est�n m�s all� de la pobre
mentalidad de nuestro entendimiento pero
s� podemos depositar toda nuestra atenci�n, en la radiante figura de
Cristo, �la Mente m�s amorosa de la
Jerarqu�a y su m�s luminoso Coraz�n...� Quien, a trav�s de las edades y
siguiendo la Ley de un Voto inquebrantable con los Agentes Inmortales de
la Gran Fraternidad C�smica, se ha sacrificado una y otra vez para la
Redenci�n y Salvaci�n del Mundo.
Quisiera que analizaran la Vida de Cristo desde
este punto de vista y que meditaran aquella frase b�blica tan
imperfectamente comprendida y de la cual tan mal uso se ha hecho de que
"... s�lo a trav�s de Cristo ser� salvado y redimido en hombre". Esta
frase hace referencia no s�lo al hecho de "haber tomado un cuerpo o una
forma humana en el proceso hist�rico de la vida planetaria", de
importancia menor pero sobre la cual se ha edificado toda una serie de
doctrinas que han creado confusi�n y divisi�n de mentes y de corazones
sino, principalmente, sobre la realidad inmortal de la "Gran Vinculaci�n
C�smica de Cristo con el Esp�ritu de la
Paz", un Hecho actual que empieza a ser
comprendido por las mentes intuitivas de la Raza y que ser� la base y
estructura firme de la verdadera Religi�n del futuro, cuando Acuario
haga sentir sobre la Tierra el poder de la "Gran Fraternidad Universal",
hoy solamente una idea sobre la cual se ha especulado frecuentemente
pero que no ha llegado todav�a a adentrarse en el coraz�n de los seres
humanos.
Utilizando las palabras de Cristo: "por sus frutos los reconocer�is",
por la bondad del proceso de Cristo puede ser reconocida la Obra M�stica
del
Esp�ritu de la Paz. Es por tal motivo y por el tesoro de Gracia
que Cristo est� derramando constantemente sobre la humanidad, que una
serena reflexi�n sobre la Vida y la Obra de Cristo debe ser efectuada
desde el �ngulo de aquella Gran Vinculaci�n y no sobre el Hombre Muerto
en la Cruz, un concepto que debe extinguirse de las mentes humanas ya
que su perpetuaci�n a trav�s de las distintas religiones, que han
hablado de "muerte y no de vida", ha originado y origina todav�a en el
misterio de los �teres que envuelven el planeta, los g�rmenes de la
descomposici�n f�sica y moral de las gentes.
Por
tal motivo les hablamos a
ustedes
de "Vinculaciones C�smicas" al hablarles de Cristo y al presentarles
este Gran Testigo de la Verdad como el Centro del Gran Tri�ngulo M�gico
que canaliza y exterioriza desde hace muchos siglos "Energ�a C�smica"
para nuestra humilde Tierra, prepar�ndola grupalmente para el gran
Misterio de la Iniciaci�n. No vamos a insistir m�s sobre ello. La
profundidad del comentario interior que cada uno de ustedes puede
formular har� posible una nueva identificaci�n con la obra de Curaci�n
que juntos intentamos llevar adelante...
Cuando hablamos de vinculaciones k�rmicas al referirnos a la relaci�n
existente entre los Grandes Logos que condicionan con sus esplendentes
Vidas los mundos, los Universos y las Galaxias, no hacemos sino
atenernos a la m�s simple y l�gica de las apreciaciones que resultan de
actualizar el principio herm�tico de analog�a y de correspondencia entre
lo superior y lo inferior, entre el Macrocosmos divino y el microcosmos
humano.
Actualmente y con ayuda de la gran agudeza y penetraci�n mental que
reserva el Se�or de Urano para "aquellos" que decidan sinceramente
comprender la ra�z o esencia de las cosas, este dictado herm�tico
permitir� elevar la conciencia de los seres humanos que as� lo decidan,
hacia la "nube de conocimientos arquet�picos" que condicionar�n la mente
de los hombres del futuro. As�, el campo de relaciones humanas
condicionado a las vinculaciones k�rmicas de la Tierra con la Vida de
otros mundos, se ampliar� hasta extremos inconcebibles, abarcando con su
divina expansi�n �reas o esferas celestes en donde el Karma, la
Vinculaci�n Fraternal de los Mundos y la Vida de los Grandes Logos
Planetarios, Solares y C�smicos, aparecen como la Misma cosa esencial:
el dictado de una Ley Eterna que Emana de las Inmensidades del Cosmos
Absoluto.
No teman, pues, ampliar la mente y ensanchar
el coraz�n por las inenarrables avenidas de estas ideas inmortales,
antes bien procuren hacerlo, pues es la �nica manera posible de
comprender nuestras vinculaciones espirituales m�s elevadas y sentir
dentro de nuestra peque�a vida humana, la indescriptible armon�a,
equilibrio y seguridad que est�n eternamente manando de los Corazones
amorosos del Cristo y del
Esp�ritu de la Paz.
Fuente: Los Misterios
del Yoga,
Leer m�s sobre la
Jerarqu�a Espiritual Planetaria o Gran Fraternidad Blanca:
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