Una expresi�n del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo
[ Kosmos - 6 ]
Caminos hacia la Civilizaci�n Planetaria
1. Insustentabilidad y Naturaleza del Cambio
2. Din�mica de la Transformaci�n del Sistema
3. El Factor Cultural en el Camino hacia la Civilizaci�n Planetaria
4.
La
Orientaci�n de las Nuevas Ciencias
Por Ervin
Laszlo
3. El Factor Cultural en el Camino hacia la Civilizaci�n Planetaria
El camino m�s seguro y efectivo hacia la civilizaci�n planetaria es un camino cultural: el camino de la adopci�n de valores y comportamientos adaptados. Esto debe surgir en una masa cr�tica dentro de la sociedad civil; porque en ausencia de dicho cambio cultural, los l�deres pol�ticos y de negocios permanecen impotentes para efectuar los cambios necesarios. Los primeros por falta de apoyo popular y los segundos por falta de la adecuada demanda en el mercado.
El requisito de un movimiento cultural que pueda ser capaz de producir la motivaci�n para avanzar hacia la civilizaci�n planetaria no es ut�pico. En muchas partes del mundo est� aflorando una variedad de la cultura que puede ser la precursora de la transformaci�n de la civilizaci�n. En esta cultura la gente est� reconsiderando sus preferencias, prioridades, valores y comportamientos, cambiando del consumo basado en la cantidad hacia la selectividad, teniendo en cuenta la cualidad definida por su afabilidad con el ambiente, la sostenibilidad y la �tica de producci�n y uso. Los estilos de vida con el sello distintivo de un desperdicio ostentoso de materia y energ�a est�n cambiando hacia modos de vida marcados por la simplicidad voluntaria y la b�squeda de una nueva moralidad y armon�a con la naturaleza.
Las personas que ingresan a los nuevos movimientos culturales est�n unidas por la aspiraci�n de llevar una vida m�s responsable, simple, saludable y natural. Est�n consternadas por lo que consideran el establecimiento de una sociedad con base en una desalmada impersonalidad y una insensata destructividad. El aumento de la pobreza y la violencia dentro de las ciudades, la propensi�n a la anarqu�a y la intolerancia �tnica, la impotencia de la polic�a y de las medidas militares para manejar estos asuntos, la disoluci�n del contrato social entre la sociedad y el trabajador, y el aumento del desempleo y el desamparo los impulsan a alterar su modo de pensar y de actuar.
Estos cambios de valores y conductas, aunque generalmente se ignoran o se desestiman, son r�pidos y revolucionarios. Por el momento est�n ocurriendo al margen de la sociedad civil, donde un buen n�mero de movimientos populares est�n optando por salir de la corriente principal opini�n y se est�n reformando a s� mismos. Sus miembros tratan de reconsiderar las creencias, valores y formas de vida que predominan en su sociedad y adoptan patrones alternativos de comportamiento personal y social.
Una cultura esperanzadora est� aumentando tambi�n en los Estados Unidos, en el coraz�n del mundo industrializado. Este es el hallazgo de una serie de sondeos de opini�n realizados recientemente por organizaciones e individuos interesados en rastrear la evoluci�n del pensamiento y la acci�n de los norteamericanos.
The Fund for Global Awakening (El Fondo para el Despertar Global) llev� a cabo un estudio para dilucidar cu�les son los valores y creencias comunes en personas de diversos trasfondos. Efectuado en el marco de In Our Own Words 2000 Research Program (Programa de Investigaci�n 2000 en Nuestras Propias Palabras), el estudio distingui� ocho �Tipos de norteamericanos�. Hall� que el 14.4% de las 1600 personas entrevistadas �seleccionadas de tal forma que constituyeran una secci�n representativa de la sociedad norteamericana� se centran en un mundo material. El 14.2% es ajeno a inquietudes de tipo social, el 12.1% abraza valores tradicionales, y un 10% es cauteloso y conservador. Estos grupos constituyen la mitad de la poblaci�n de EE.UU.: la mitad conservadora, tradicional. Otro 11.9% busca conectarse con otras personas a trav�s de la autoexploraci�n, un 9.4% persiste pese a la adversidad, un 11.6% busca la transformaci�n de la comunidad y un 16.4% trabaja en lo que la encuesta define como una �nueva vida de integraci�n y totalidad�. Esta parte constituye la mitad m�s creativa y orientada al cambio. Entre ellos, los que buscan transformar la comunidad y trabajar por una nueva vida de integraci�n y totalidad constituyen el 28% de la gente.
Los hallazgos arriba citados coinciden con los resultados de las encuestas realizadas peri�dicamente en la d�cada de los 90 por el investigador de opini�n p�blica Paul Ray. Al segmento de la poblaci�n que tiene una mente significativamente abierta y que mira hacia el futuro, Ray lo denomin� el segmento de los �creativos culturales�. Encontr� que los miembros de esta cultura en surgimiento pertenecen a las clases que est�n en mejor situaci�n y que tiene aproximadamente el doble de mujeres que de hombres. De acuerdo con Ray, en el momento del cambio de siglo la participaci�n de esta cultura era del 23.4 por ciento de la poblaci�n adulta de EE.UU., no muy lejos del 28% que hallar�a posteriormente el estudio IOOW.
El factor que identifica a los creativos culturales no es tanto lo que predican sino que lo que practican, porque raras veces intentan convencer a otros y prefieren ocuparse de su propio crecimiento personal. Su comportamiento, especialmente su elecci�n de estilo de vida, los diferencia de la corriente principal.
El com�n denominador en los valores y estilos de vida de los creativos culturales es el holismo. Esto se hace evidente por su preferencia por los alimentos integrales naturales, el cuidado hol�stico de su salud, la experiencia interna hol�stica, la informaci�n de sistemas integrales y un equilibrio hol�stico entre el trabajo, el juego, el consumo y el crecimiento interno. Se ven a s� mismos como sintetizadores y sanadores, no solo a nivel personal sino tambi�n a nivel de la comunidad y de la naci�n, e incluso a nivel planetario.
Aunque la nueva cultura al margen de la sociedad est� creciendo, sus
miembros no est�n bien organizados y a esta cultura, como totalidad, le
falta cohesi�n. Los creativos culturales todav�a no tienen el
suficiente peso pol�tico, social y econ�mico como para constituir un
agente significativo de transformaci�n de la sociedad. Si se fuera a
realizar el tipo de transformaci�n que se requiere, la corriente
principal de la opini�n p�blica tendr�a que entrar en escena, con
valores y prioridades m�s adaptados. Pero en el momento presente, la
mayor�a de las personas que constituyen la corriente principal est�n
desorientadas y descorazonadas. Se encuentran en una competencia
inexorable por la supervivencia en un mundo donde los trabajos son cada
vez m�s escasos y encontrar empleo a partir de la edad madura es casi
imposible. Quienes plantean las preguntas m�s profundas se encuentran
rodeados por un vac�o espiritual, moral e intelectual. No existen
respuestas significativas a preguntas como: ��Qui�n soy?� y ��Para qu�
estoy viviendo�. Las consecuencias incluyen un constante aumento
en popularidad de las ense�anzas m�sticas y la explosi�n del
fundamentalismo religioso.
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Leer todos los art�culos de la Serie Kosmos:
-
Kosmos 2 � El Surgimiento de la Civilizaci�n Mundial - Nancy Roof
-
Kosmos 3 � Hacia una Nueva Civilizaci�n - Mijail Gorbachov
-
Kosmos 6 � Caminos hacia la Civilizaci�n Planetaria - Ervin Laszlo
-
Kosmos 7 � La Mesa Redonda de las Voces Libres - Nancy Roof
-
Kosmos 8 � Una Gu�a para Acad�micos Perplejos - Lynne Feldman
