Una expresi�n del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo
[ Kosmos - 6 ]
Caminos hacia la Civilizaci�n Planetaria 1. Insustentabilidad y Naturaleza del Cambio 2. Din�mica de la Transformaci�n del Sistema 3. El Factor Cultural en el Camino hacia la Civilizaci�n Planetaria
4. La
Orientaci�n de las Nuevas Ciencias
Por Ervin
Laszlo 4. La Orientaci�n de las Nuevas Ciencias Existen elementos de esperanza que iluminan la aparente oscuridad de la desesperanza. La b�squeda de significado y sabidur�a m�s all� de los confines de la vida cotidiana es una b�squeda b�sicamente correcta. Como dijo el anterior presidente de la Rep�blica Checa, Vaclav Havel: �La autoridad de un orden democr�tico mundial simplemente no se puede erigir sobre algo diferente a la autoridad revitalizada del universo�. Una nueva civilizaci�n, capaz de orientar a los pueblos y suministrar las bases para la paz y la cooperaci�n, solo se puede construir cuando la �autoridad del universo� haga part�cipe a la autoridad de las instituciones mediante las cuales los pueblos se gobiernen a s� mismos en sociedades democr�ticas. El hecho de que cada vez m�s personas est�n buscando activamente una autoridad superior que gu�e sus asuntos, mirando m�s all� de la racionalidad dominante de su sociedad, significa que se puede estar abriendo una puerta de motivaci�n para entrar en el sendero de la civilizaci�n planetaria. La ciencia es el mejor recurso que tenemos para descubrir la autoridad del universo. No solamente es la fuente de las nuevas tecnolog�as que est�n moldeando nuestras vidas y todo lo que nos rodea, sino que es la base para una visi�n confiable del mundo. La ciencia puede ayudar a que la gente adopte valores y actitudes oportunas, e incluso una moralidad apropiada. La ciencia todav�a no realiza plenamente su potencial como facilitadora de la transformaci�n de la sociedad moderna. Adem�s de la separaci�n entre ciencia y sociedad �algo que un n�mero cada vez mayor de cient�ficos de vanguardia est�n tratando de superar activamente� una de las razones principales por las cuales la gente no busca una gu�a en la ciencia es porque no tiene una visi�n actualizada sobre lo que es la ciencia. En la corriente principal de la opini�n se tiende a creer err�neamente que la ciencia se limita a la observaci�n y a la medici�n y el c�lculo de lo observado. Esto es un error. La ciencia es mucho m�s que el mero ejercicio de registrar y calcular. Es parte de la perenne b�squeda humana para encontrarle sentido al mundo. En su mejor aspecto es una b�squeda de significado tal como lo son la religi�n, el arte y la literatura. La diferencia entre ellas no est� en el fin �ltimo, sino en el m�todo para alcanzar ese fin. La ciencia utiliza el pensamiento racional para analizar e interpretar lo que revelan la experiencia y el experimento, mientras que la religi�n combina dicho pensamiento con un elemento de fe incuestionable, y el arte y la literatura lo combinan con elementos est�ticos. La creencia actual acerca de la ciencia es que es un remanente del tipo de ciencia que domin� la mayor parte de la Era Moderna. La ciencia �cl�sica� deriv� su visi�n del mundo de las teor�as de Galileo, Kepler, Newton y Descartes, vi�ndolo como una esfera aut�mata de materia inerte, carente de alma, obedeciendo ciegamente a las leyes universales del movimiento y la interacci�n. Pero la visi�n dominante de la ciencia es malinterpretada con respecto a lo que a menudo se conoce como �las nuevas ciencias�. Desde el punto de vista de las nuevas ciencias actuales, el mundo no es como una m�quina que se puede manipular a voluntad. Resulta ser muy diferente del mundo simple donde las cosas se comportan como objetos materiales s�lidos que est�n aqu� o all� y no en muchos lugares a la vez. Tampoco es el efecto de una cosa que se limita necesariamente a una o a otras pocas cosas. Lo cierto es que dichas condiciones se cumplen en nuestro entorno inmediato, pero se limitan a ciertos �rdenes de tama�o y magnitud, y a ciertas dimensiones de velocidad y distancia. M�s all� de estas dimensiones las cosas se vuelven cada vez m�s extra�as. Y por una buena raz�n se est� discutiendo ampliamente el video que pregunta: �What the bleep do we know?� (�Qu� Rayos Sabemos?), en donde se sugiere que nuestra consciencia es la que crea la realidad� Pero incluso si el mundo es sorprendente a la luz de los nuevos conceptos de la ciencia, no obstante es comprensible. Resulta que el universo tiene sentido; de hecho es m�s significativo que el mundo mecanicista donde la materia inerte se mueve impersonalmente contra un fondo de espacio pasivo. El mundo en su totalidad demuestra ser una estructura armoniosa en donde todas las cosas interact�an unidas para crear una totalidad coherente. No es un agregado mec�nico, porque no puede ser f�cilmente descompuesto en sus partes. Es una totalidad integral, en donde hasta cierto punto y de alguna manera todas las cosas interact�an unas con otras. Y el alcance de esta interacci�n parece trascender lo que hasta ahora se conoc�a como los l�mites del tiempo y el espacio. Los hallazgos que fundamentan la visi�n del nuevo mundo de la ciencia provienen de casi todas las disciplinas emp�ricas, desde la f�sica, la cosmolog�a, las ciencias de la vida e incluso las investigaciones sobre la consciencia. Aunque los aspectos espec�ficos de los fen�menos en los que se enfocan difieren en los detalles, tienen un impulso com�n. Hablan de la interacci�n que crea interconexi�n y produce una coherencia instant�nea y multifac�tica. El sello distintivo de un sistema de tal coherencia es que sus partes se correlacionan de tal manera que lo que le sucede a una parte tambi�n le sucede a las otras partes, y por ende le sucede al sistema como totalidad. El sistema responde al resto del mundo como una totalidad, se mantiene a s� mismo como una totalidad y cambia y evoluciona como una totalidad. Es una totalidad: una totalidad integral**. Este concepto del mundo puede inspirar a la gente hacia una solidaridad m�s profunda entre unos y otros y un mayor respeto por la integridad de la naturaleza. La visi�n interna al respecto es que las personas, en cualquier parte del planeta que vivan, est�n tan conectadas con nosotros como los p�jaros en el cielo, los �rboles en el bosque y los peces en el oc�ano. Cuando las personas morales comprenden esto, no consideran a ninguna persona o cultura como extra�a y cuyo destino les es indiferente. Comprenden que son parte de una totalidad mayor y que unidos a los dem�s evolucionan con todos ellos dentro de esa totalidad o corren el riesgo de la degradaci�n y la muerte. La totalidad y la coherencia pueden funcionar como criterio fundamental de una moralidad m�s adaptada. Dada la tendencia general hacia la integridad y coherencia de la naturaleza, tenemos s�lidas razones para considerar como buenas las acciones que promuevan la coherencia y la totalidad, y considerar como malas las acciones que las obstaculizan. Tenemos s�lidas razones para buscar la totalidad tanto en nosotros como a nuestro alrededor. La totalidad en nosotros significa el funcionamiento integral de nuestro organismo: significa salud. Y la integridad a nuestro alrededor significa una comunidad social saludable y un ambiente ecol�gico integral. La totalidad en el cuerpo y en la naturaleza no son ideales abstractos. La ciencia nos est� diciendo ahora que la naturaleza es una totalidad, como lo es tambi�n la biosfera. Solamente los seres humanos son un gran factor de fragmentaci�n e incoherencia. Esto no siempre fue as�; las sociedades tradicionales respetaban la integridad de la naturaleza y, en tiempos pasados, hasta cre�an que las leyes c�smicas gobiernan el universo. La fragmentaci�n y la incoherencia que hemos fraguado en el mundo moderno es un mal no intencionado. Cuando lo entendamos por lo que es, lo superaremos. El descubrimiento de la ciencia seg�n el cual todos estamos conectados con todos y con la naturaleza es algo que nos suministra una enorme motivaci�n para dicha superaci�n. Las nuevas ciencias podr�an ser fuentes efectivas de sabidur�a en la sociedad moderna. Podr�an inspirar una mayor solidaridad en el mundo humano y una mayor preocupaci�n y cuidado con el ambiente natural. Ellas confirman que nuestras fugaces impresiones e intuiciones de unidad no son invenciones de la imaginaci�n sino que tienen ra�ces en la realidad del cosmos. Realmente somos uno con los dem�s, con el mundo viviente y con el universo en su totalidad, porque estamos conectados en forma sutil pero efectiva. Nuestras acciones individuales e incluso nuestros pensamientos e intenciones afectan a las dem�s personas a nuestro alrededor y, a la vez, somos afectados por otras personas. Esto nos hace parte de una red de conexi�n y totalidad. Con este entendimiento podr�amos ser parte de la soluci�n en lugar de permanecer como parte del problema. Podr�amos convertirnos en agentes morales que buscamos la integridad y totalidad dentro de nosotros mismos y en nuestro entorno; arquitectos conscientes de una civilizaci�n planetaria sostenible. ** Para conocer m�s detalles sobre la visi�n del mundo a partir de las nuevas ciencias, ver el Ap�ndice II. [N. del T.: No traducido a�n] ------------ El profesor Ervin Laszlo, fundador y presidente del Club de Budapest, fue uno de los primeros representantes en el �rea de la filosof�a de los sistemas y de la teor�a general de la evoluci�n. Ha publicado cerca de 70 libros traducidos a 18 idiomas. A lo largo de su larga carrera acad�mica como profesor de filosof�a, filosof�a de los sistemas y ciencias del futuro, trabaj� en la ense�anza e investigaci�n en diversas universidades de renombre en EE.UU., Europa y el Lejano Oriente. Laszlo publica una revista cient�fica trimestral ("WORLD FUTURES: The Journal of General Evolution) y una serie de libros sobre el particular. Tambi�n ha editado una enciclopedia de cuatro vol�menes. Ha publicado m�s de 300 art�culos en peri�dicos y revistas del mundo, incluyendo en pa�ses como EE.UU., Europa, Jap�n y China. Entre sus t�tulos y distinciones est� un Ph. D. en �Letras y Ciencias Humanas� de la Sorbona en Par�s, un �Diploma de Artista� de la Academia Franz Liszt en Budapest, una medalla de honor de la Universidad Kyung Hee de Se�l, el t�tulo honor�fico de doctor en ciencias econ�micas de Turku School of Economics and Business en Finlandia, al igual que el t�tulo de doctor honorario en el �rea de ciencias humanas en el Instituto Saybrook en San Francisco. Sus nombramientos en el a�o pasado incluyeron subvenciones para investigaciones en las Universidades de Yale y Princeton, c�tedra de filosof�a, ciencias de sistemas y ciencias del futuro en las Universidades de Houston, Portland e Indiana, en Northwestern University y en la Universidad del Estado de Nueva York. Su carrera ha incluido adem�s el ser profesor de c�tedra en varias universidades en Europa y en el Lejano Oriente. Trabaj� adem�s como director de programa para el Instituto de Capacitaci�n e Investigaci�n de las Naciones Unidas (UNITAR). En agosto de 1999 recibi� el doctorado Honoris Causa del International Institute of Advanced Studies in Systems Research and Cybernetics de Canad�. Ervin Laszlo se desempe�a no solamente como Presidente del Club de Budapest sino como director de The General Evolution Research Group, tambi�n fundado por �l. Presidente de International Society for Systems Sciences, Consejero del Director General de la UNESCO, Embajador de International Delphic Council, miembro de la Academia Internacional de Ciencias, de la Academia Mundial de Artes y Ciencias y de la Academia Internacional de Filosof�a. Tambi�n tiene o ha tenido cargos como miembro de junta o miembro extraordinario de numerosas asociaciones internacionales, entre ellas, en una ocasi�n, el Club de Roma. Uno de sus m�s recientes libros traducidos al espa�ol se titula �T� puedes cambiar el mundo�. Esta edici�n, publicada en Espa�a por Nowtilus, cuenta con una presentaci�n del presidente de la Fundaci�n Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza; una introducci�n del consejero delegado del Forum Barcelona 2004, Jaume Pag�s; una introducci�n del ex presidente sovi�tico Mijail Gorbachov y un ep�logo de Paulo Coelho. Mayores informes en: http://www.clubdebudapest.com/
En este otrro libro, La Ciencia y el Campo Ak�sico, Ervin Laszlo hace un repaso de los enigmas que se encuentran en la ciencia contempor�nea: el universo como un todo manifiesta correlaciones bien afinadas que desaf�an cualquier explicaci�n de sentido com�n; existen correlaciones directas asombrosas, al nivel de la cu�ntica: cada part�cula que haya ocupado alguna vez el mismo nivel cu�ntico de otra part�cula permanece relacionada con ella, de una misteriosa manera no-energ�tica (el enmara�amiento cu�ntico); la teor�a de la evoluci�n post-darwiniana y la biolog�a cu�ntica descubren enigm�ticas correlaciones similares en el organismo y entre el organismo y su entorno; todas las correlaciones que salen a la luz en las m�s avanzadas investigaciones sobre la conciencia son igual de extra�as: tienen la forma de �conexiones transpersonales� entre la conciencia de una persona y el cuerpo de otra.
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