1. El personal de grupo es conocido s�lo por los Hermanos
Mayores de la raza, y no se guarda registro de los nombres. S�lo
deben existir tres requisitos principales:
i. Es
esencial cierto grado de unificaci�n entre el alma y su
mecanismo, y debe estar alineada y activa la triplicidad interna
alma-mente-cere�bro, que en la mayor�a est� generalmente
aletargada.
ii. El
cerebro debe ser telep�ticamente sensible a voluntad, en dos
direcciones. Debe ser consciente del mundo de las almas y
tambi�n del mundo de los hombres.
iii. Debe
haber capacidad para pensar en forma abstracta o sint�tica, lo
cual permitir� al hombre salvar las barreras raciales y
religiosas. Cuando se posee tal capacidad, hay tambi�n una firme
creencia en la continuidad y correlaci�n de la vida despu�s de
la muerte.
En resumen, debe observarse que los grupos del pasado han
representado ciertos aspectos de la verdad y demostrado ciertas
caracter�sticas de rayo. El nuevo grupo expresar� todos los
aspectos e integrar� a miembros de todos los rayos. La mayor�a
de los trabajadores de los numerosos grupos llevaron adelante
ciertos detalles del plan, agregando su parte de energ�a al
impulso progresivo de la humanidad; poro exceptuando algunos
m�sticos destacados como Meister Eckhart, la mayor�a lo ha
efectuado sin comprender verdade�ramente lo que estaba
realizando, y sin captar la relaci�n de cuerpo-alma, que conduce
al trabajo realmente inteligente. Han sido esencialmente grupos
de personalidades, con ese toque de genio que indica cierto
contacto con el alma. El grupo ahora en formaci�n, est�
compuesto por aquellos que son conscientes de la realidad del
alma y ha establecido un verdadero y perdura�ble intercambio
egoico; consideran la mente, las emociones y la naturaleza
corp�rea, simplemente como un mecanismo, por el cual pueden
establecerse los contactos humanos; deben realizar su trabajo
tal como lo conciben, por medio de este mecanismo, actuando bajo
la direcci�n del alma. Por lo tanto, son almas vivientes que
trabajan a trav�s de personalidades, pero no a trav�s de
personalidades activadas por ocasionales impulsos egoicos. Los
miembros de los distintos grupos fueron todos m�s o menos
unilaterales, y sus talentos estuvieron encauzados en alguna
l�nea espec�fica. Demostraron la capacidad de escribir como un
Shakespeare, pintar como un da Vinci, producir obras maestras
como un Beethoven, o lograr cambios mundiales como Napol�on.
Pero el nuevo tipo de trabajador grupal es un individuo
completo, con capacidad para hacer casi todo lo que se propone,
con el impulso fundamen�tal de trabajar preferentemente en
niveles mentales m�s que en el plano f�sico, Por consiguiente es
de utilidad para la Jerarqu�a, porque puede ser utilizado de
distintas maneras, y su flexibilidad y experiencia y su contacto
estable pueden subordinarse a los requisitos del grupo.
El verdadero exponente de este nuevo tipo grupal no aparecer�,
por supuesto, antes de muchas d�cadas. Ser� un verdadero
acuariano con un toque universal e intensa sensibilidad; tendr�
un mecanismo mental bien organizado, un equipo astral que
responda principalmente a las vibraciones espirituales
superiores, un cuerpo de energ�a poderosos y controlado y un
cuerpo f�sico sano, aunque no robusto, como com�nmente se dice.
(4-302/4).
2. Quiz�s me pregunte: �qu� impide a un hombre ser miembro de
tal grupo? Digo con �nfasis que s�lo cuatro cosas impiden su
afiliaci�n:
Primero, una personalidad no coordinada. Esto implica
necesariamente una mente sin entrenamiento y un intelecto d�bil.
Segundo, el sentido de separatividad, de diferenciaci�n y de
superioridad, respecto a sus semejantes.
Tercero, la posesi�n de un credo. No importa cu�n bueno sea,
inevitable�mente produce exclusividad. Siempre excluye a
alguien.
Cuarto, el orgullo y la ambici�n.
Tambi�n preguntar�n, �c�mo cualificarse uno mismo? Las reglas
son tres y sencillas. Primero, aprendan a practicar la
inofensividad; segundo, no deseen nada para el yo separado, y
tercero, busquen el signo de la divinidad en todo. Tres reglas
sencillas, pero muy dif�ciles de realizar.
Detr�s de ese grupo de m�sticos, que incluye a los pensadores
(repito la palabra pensadores) de todos los sectores del
pensamiento y del conocimiento humanos, se encuentra la
Jerarqu�a de Maestros, y entre estos dos grupos tambi�n existe
un conjunto de instructores, del cual formo parte. Ellos act�an
como intermediarios y transmisores de energ�a. Repito y pido
nuevamente que presten atenci�n, pues este grupo que se va
formando lentamente y es extra�do de todos los grupos
imaginables de pensadores y hombres inteligen�tes. Sin embargo,
y esto sorprender� a algunos, no hay entre ellos muchos de los
as� llamados ocultistas. Esto se debe a que los ocultistas son
num�ricamente pocos en relaci�n con las masas, y tambi�n a su
tendencia al sectarismo, exclusi�vidad y autoestimaci�n. Los
trabajadores humanitarios y altruistas se encuentran entre
ellos; los dirigentes pol�ticos, los economistas y los
cient�ficos de los laboratorios del mundo tambi�n est�n all�, y
los eclesi�sticos y adherentes de todas las religiones del
mundo, como tambi�n los m�sticos pr�cticos y unos cuantos
ocultistas. El verdadero ocultista es raro de encontrar.
(4-313/4)
3. Este grande y espiritual agrupamiento de servidores est�
superficialmente vinculado en el plano f�sico; en el plano
astral el v�nculo es m�s fuerte y se basa en el amor a la
humanidad, y en el plano mental se establece un v�nculo mayor
desde el punto de vista de los tres mundos, como un todo. Por lo
tanto, es evidente que en el individuo deben efectuarse ciertos
desarrollos antes de que pueda llegar a ser, conscientemente, un
miembro activo del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, grupo
principal que, en la actualidad, trabaja definidamente bajo la
Ley del Progreso Grupal:
i.
El individuo tienen que haber despertado el centro card�aco y
exte�riorizar su conducta en tal forma, que el coraz�n se
vincule r�pida�mente con los centros card�acos de por lo menos
ocho personas. Entonces el centro card�aco del Logos planetario
podr� ocultamente absorber los grupos formados por nueve
aspirantes conscientes. A trav�s del centro card�aco, Su vida
afluir� y los miembros del grupo contribuir�n con su cuota de
energ�a a las influencias de la vida que circulan a trav�s de Su
cuerpo. La informaci�n que antecede es s�lo de inter�s para
quienes han despertado espiritualmente, y significar� poco o
nada para quienes a�n duermen.
ii.
El centro coronario debe estar tambi�n en proceso de despertar,
y la capacidad para �mantener la mente firme en la luz� debe
estar algo desarrollada.
iii. Tiene
tambi�n que emprender alguna actividad creadora, y el servidor
debe estar activo en algunos de los movimientos humanitarios,
art�s�ticos, literarios, filos�ficos o cient�ficos.
Todo esto implica la integraci�n y el alineamiento de la
personalidad y esa simpat�a atractiva y magn�tica que de un modo
u otro caracteriza a los disc�pulos. As�, desde el punto de
vista esot�rico, existen en el individuo ciertos grandes
tri�ngulos de energ�a y, en consecuencia, en mayor grado en la
humanidad. (15-160/1).
4. Las afiliaciones pol�ticas y religiosas a que pertenece un
individuo pueden ser fuertemente sustentadas e inspirarle su
verdadera lealtad, y sin embargo no le impedir�n tomar parte
activa en el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Tampoco le
imposibilitar�n actuar activamente en pro de la buena voluntad
mundial, ni ser�n una barrera para la sensibilidad espiritual
que hace al hombre susceptible a la impresi�n espiritual
superior interna.
Los servidores de la Jerarqu�a espiritual y los disc�pulos del
mundo existen en todas las naciones; son leales a la ideolog�a
de esa naci�n o a las tendencias pol�ticas de un pensamiento o
gobierno; los miembros del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo
pertenecen a todo credo pol�tico y reconocen la autoridad de
cualquier religi�n imaginable. Las personas de buena voluntad
act�an en todos los grupos, no importa cual sea su ideolog�a,
credo o creencia. La Jerarqu�a no busca colaboradores en una
determinada escuela de pensa�miento, credo pol�tico o gobierno.
Extrae sus miembros de todos ellos y colabora con todos. Esto lo
he dicho frecuentemente, sin embargo, les cuesta creerlo, pues
la mayor�a de ustedes est�n plenamente convencidos de que su
creencia y aceptaci�n peculiares de la verdad son las mejores y
verdaderas. Lo ser�n para ustedes, pero no para quienes tienen
otra creencia, nacionali�dad o religi�n. (15-558)